Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La venganza de Simeón y Leví sobre Siquem en<br />
el capítulo anterior obligaba a Jacob a escapar rápidamente<br />
de las inmediaciones de Siquem. Por otra<br />
parte, si Jacob había huido de la casa de su padre<br />
hasta Mesopotamia, en su vuelta no debía parar hasta<br />
volver al punto de origen, que, según este capítulo,<br />
no era otro que Mambré. Así pues, tiene que desplazarse<br />
hacia el Sur, por lo que, en su camino, se<br />
había de encontrar con Betel, donde se le había revelado<br />
Yahvé, cuando huía hacia Mesopotamia (28,<strong>10</strong>-<br />
22). Allí había erigido una estela y prometido que, si<br />
volvía sano y salvo a casa de su padre, Yahvé sería su<br />
Dios, la estela sería Casa de Dios, y le pagaría el diezmo<br />
de todo. Al llegar allá, era el momento de cumplir<br />
lo prometido. Así pues, a punto de concluirse el<br />
ciclo Esaú-Jacob, y de pasar el protagonismo de Jacob<br />
a José (cap. 37), se recogen las últimas tradiciones<br />
acerca de Jacob, relacionadas con el itinerario de<br />
Siquem a Betel y de Betel a Mambré.<br />
Así se explica este capítulo, compuesto de fragmentos<br />
diversos por naturaleza y origen. Podemos<br />
distinguir las siguientes unidades:<br />
1. Partida para Betel y erección de un altar allí:<br />
w. 1-7.<br />
2. Aparición de Dios a Jacob en Betel: cambio de<br />
nombre y renovación de las promesas. Estela conmemorativa<br />
e imposición de nombre al lugar: w. 9-15.<br />
3. Lista de los hijos de Jacob: w. 22b-26.<br />
4. Muerte y sepultura de Isaac: w. 27-29.<br />
5. Anécdotas menores intercaladas:<br />
a) Muerte y sepultura de la nodriza de Rebeca: v. 8.<br />
b) Parto, muerte y sepultura de Raquel: w. 16-20.<br />
c) Rubén se acuesta con la concubina de su<br />
padre: w. 21-22a 1 .<br />
1 Los w. 9-13.22b-29 pertenecen ciertamente a P; el v. 6 con<br />
bastante seguridad. Algunos le atribuyen también 14 y 15, pero no<br />
es probable. A J se le suele atribuir únicamente 21-22, por razón<br />
del uso de «Israel» como nombre de Jacob (también podría ser<br />
suyo el v. 8). Por la razón contraria, el uso de «Jacob» para designar<br />
al patriarca, y de «Elohim» en vez de «Yahvé», habría que atribuir<br />
el resto a E. Pero no es un criterio del todo seguro.<br />
212 PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong><br />
1-7. Partida para Betel y erección de un altar.<br />
Varios detalles resultan extraños en esta perícopa:<br />
1) El abandono de Siquem y su comarca no se<br />
debe a la obligada huida tras la sarracina de<br />
siquemitas a mano de los hijos de Jacob (cap. 34),<br />
sino a una orden expresa de Dios. De la narración<br />
antigua se nos ha conservado el v. 5: «Partieron, y he<br />
aquí que un pánico divino cayó sobre las ciudades de<br />
sus contornos; y no persiguieron a los hijos de Jacob».<br />
2) La narración tiene muy presente el relato de<br />
la aparición de Dios a Jacob en Betel, cuando huía<br />
de su hermano (cap. 28): «al Dios que se te apareció<br />
cuando huías de tu hermano Esaú» (v. 1); «al Dios<br />
que me respondió el día de mi tribulación, y estuvo<br />
conmigo en mi viaje» (v. 3); «porque allí se le había<br />
aparecido Dios cuando huía de su hermano» (v. 7). No<br />
obstante, lo que realiza Jacob se basa en la orden de<br />
edificar un altar, recibida ahora (v. 1), y no en el voto<br />
hecho entonces, que contenía tres compromisos: a)<br />
«Yahvé será mi Dios»; b) «esta piedra que he erigido<br />
como estela será Casa de Dios»; c) «de todo lo que<br />
me dieres, te pagaré el diezmo» (28,20-22). La explicación<br />
más obvia de esta anomalía es que el autor de<br />
35,1-7 conocía el relato del cap. 28, pero que este<br />
cap. 28 carecía aún de los w. 20-22, que también por<br />
otras razones parecen posteriores.<br />
3) Jacob, por su cuenta, sin que se lo haya mandado<br />
Dios, ordena a su gente que retiren los dioses<br />
extraños, se purifiquen y se muden de vestidos antes<br />
de subir a Betel (v. 2). Pero luego se narra cómo se<br />
ejecutó la primera parte de esa orden (v. 4), pero no<br />
se dice nada de la segunda y tercera. ¿Será porque la<br />
eliminación de los dioses extranjeros se tenía que<br />
hacer en el mismo Siquem, mientras que la purificación<br />
y cambio de vestidos debería ejecutarse después<br />
de recorridos los 50 km que separan Siquem de<br />
Betel?<br />
4) En cambio, una parte de la orden de Dios no<br />
fue cumplida. Dios le dice a Jacob: «Y reside allí», en<br />
Betel. En el v. 16, sin contraorden de Dios, «partieron<br />
de Betel». Habrá que suponer, o que entre la llegada<br />
a Betel y la partida de allí discurrió bastante<br />
tiempo, o que dos tradiciones diversas tenían diversas<br />
ideas sobre las andanzas de Jacob.