Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

Descendencia de Caín (Gn 4,17-26)
Conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Henoc. Estaca construyendo
una ciudad, y la llamó Henoc, según el nombre de su hijo. A Henoc le
nació Irad, e Irad engendró a Mejuyael, Mejuyael engendró a Metusael, y Metusael
engendró a Lámec. Lámec tomó dos mujeres: la primera llama da Ada, y 1 a segúnda
Silá. 20 Adá d io a luz a Yabal, el cual vino a ser padre de los que habitan en tiendas
y crían ganado. El nombre de su hermano era Yubal, padre de cuantos tocan
la cítara y la nauta. Silá por su parte engendró a Túbal Caín, padre de todos los
forjadores de cobre y hierro. Hermano de Túbal Caín me Naamá. Y dijo Lámec a
sus mujeres:
«Ada y Silá, oíd mi voz;
mujeres de Lámec, escuchad mi palabra:
Yo maté a un hombre por una herida que me hizo
y a un muchacho por un cardenal que recibí.
Caín será vengado siete veces,
mas Lámec lo será setenta y siete».
Adán conoció otra vez a su mujer, y ella dio a luz un hijo, al que puso por nombre
Set, diciendo: «Dios me ha otorgado otro descendiente en lugar de Abel, porque
lo mató Caín». También a Set le nació un hijo, al que puso por nombre Enós. Este
rué el primero en invocar el nombre de Yahvé.
Gn 4,17-24 es un pasaje curioso. En los episodios
anteriores Dios era el protagonista; aquí no aparece
para nada. La catadura moral de uno de sus protagonistas,
Lámec, parece propia de salvajes. Por esa
razón algunos atribuyen el pasaje a una tercera fuente
antigua, que no es ni J ni E; porque J suele dar a
Yahvé el papel decisivo, y E cuida más la moralidad
de sus personajes. Pero bien puede ser una piedra sin
labrar, de la que J echó mano porque, aun con sus
aristas irregulares, podía encajar en su construcción
de la historia primitiva.
Los w. 25 y 26 tienen otro carácter: vuelven a
hablar de Dios y de Yahvé. Seguramente son del
narrador J.
El hilo conductor es una especie de genealogía
de los hijos de Adán y Eva: de Caín el fratricida y de
un nuevo hijo que les nació en sustitución de Abel:
Set. Pero es una genealogía singular, en la que no
interesa el mero encadenamiento de las generaciones,
sino la aportación de cada uno de los eslabones
a la historia de la cultura.
En Caín y en su descendencia tienen lugar avances
técnicos importantes tanto para la vida sedentaria
como para la nómada. Para los sedentarios, la
construcción de la primera ciudad, que se atribuye
en el texto hebreo al mismo Caín 1 . A los descendientes
de aquel vagabundo a la fuerza se asignan los
inventos de los oficios propios de los trashumantes:
la cría de ganado, la música instrumental, la forja de
metales. Pero en la progenie de Caín aparecen tam-
' Algunos creen que el texto primitivo diría: «...y dio a luz a
Henoc, el cual fue constructor de una ciudad, y llamó a la ciudad
según su propio nombre, Henoc». No se dice que la construcción
fuera acompañada de soberbia: eso se deja para la construcción
de la ciudad y torre de Babel (11,1-9).
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