Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
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«Pero a estos hombres no les hagáis nada, que para<br />
eso han venido al amparo de mi techo». La hospitalidad<br />
era, por lo menos para Lot, tan sagrada que en<br />
aras de ella se debía sacrificar incluso el honor de<br />
sus hijas. Es una escala de valores que nos choca.<br />
Menos mal que los mensajeros evitaron que se llevara<br />
a efecto tanto el intento de los sodomitas como<br />
la contrapartida ofrecida por Lot.<br />
Los sodomitas no tienen nada que alegar en<br />
defensa de su conducta. Sólo apelan a que Lot es un<br />
extranjero.<br />
Aunque la salvación de Lot y de su familia esté<br />
justificada por su hospitalidad, ni el narrador ni el<br />
lector pueden olvidar que la historia de Lot está<br />
inserta en la de Abraham. Yahvé no había podido<br />
ocultar a Abraham el castigo que amenazaba a Sodoma,<br />
porque allí estaba Lot. La intercesión de Abraham<br />
en favor de Sodoma obedecía al mismo motivo<br />
oculto. Por eso concluye la narración: «Se levantó<br />
Abraham de madrugada...» (w. 27-28). Abraham<br />
calla: no tiene nada que objetar. El Sacerdotal (P)<br />
explícita la idea: «Se acordó de Abraham...» (v. 29)<br />
(ver 8,1 P: «se acordó de Noé»). El narrador da por<br />
supuesto que Abraham se enteró de que Lot se había<br />
salvado.<br />
Comparemos lo que Abraham había pedido y<br />
conseguido de Yahvé y lo que realmente aconteció.<br />
Abraham había logrado que Sodoma no fuera destruida<br />
si se hallaban en ella diez justos (18,32). No<br />
se hallaron; Yahvé quedaba libre de todo compromiso;<br />
con la ciudad debían perecer Lot y su familia.<br />
Pero Yahvé fue más allá de lo que Abraham se había<br />
atrevido a pedir. Leyó en las reiteradas peticiones de<br />
Abraham algo que Abraham sagazmente le había<br />
querido ocultar: que todo su interés era por Lot. Y<br />
cumplió a la letra el principio de justicia sugerido<br />
por Abraham, pero del que éste mismo se había olvidado<br />
en el transcurso de su argumentación: «¿Vas a<br />
borrar al justo con el malvado?» (18,23),<br />
El pasaje subraya la importancia de la fe en la<br />
palabra de Dios:<br />
a) Dios les habló a los sodomitas por la repentina<br />
ceguera que los deslumhró (ver 2 Re 6,18). Pero<br />
eran insensibles a las cosas de Dios. Su tranquilidad<br />
ante el castigo inminente se hizo proverbial: «Comían,<br />
bebían, compraban, vendían, plantaban, construían»<br />
(Le 17,28).<br />
b) Los novios de las hijas de Lot «lo tomaron a<br />
broma».<br />
c) Incluso Lot, su mujer y sus hijas, se mostraron<br />
poco activos en cumplir la orden de huida. Como si<br />
pensaran que no era para tanto. Los mensajeros<br />
tuvieron que urgirles y sacarlos de la ciudad. Esperaríamos<br />
un relato rápido, de acuerdo con la urgencia<br />
del peligro. Pero la narración se arrastra con lentitud<br />
desesperante, con muchas explicaciones y dilaciones.<br />
Llega el alba y Lot tiene que ser apremiado y<br />
sacado casi a la fuerza. La narración se hace lenta<br />
porque Lot y los suyos actúan torpemente, poniendo<br />
a prueba el empeño de los hombres y la paciencia<br />
del lector. Fue precisa toda «la compasión de<br />
Yahvé» hacia Lot para que aquellos hombres no se<br />
cansaran. Y todavía Lot quiso salvar una pequeña<br />
ciudad. Su discurso resulta impertinente y prolijo,<br />
cuando lo que está en juego es la vida. Además, sirvió<br />
de poco, pues pronto Lot espontáneamente dejará<br />
aquella ciudad y escapará al monte. La mujer de<br />
Lot miró hacia atrás, a pesar de la orden recibida: no<br />
fue una obediencia como la de Abraham en 12,4. Lo<br />
de menos es el origen legendario de esta noticia, que<br />
puede estar en relación con las caprichosas y efímeras<br />
formaciones rocosas de sal petrificada que son<br />
frecuentes en aquella región.<br />
Ahora se puede juzgar sobre la cordura o la<br />
insensatez de la actuación de Abraham y de su sobrino<br />
en el cap. 13. Abraham, en aras de la paz entre<br />
hermanos, le dio a Lot la elección del terreno mejor.<br />
Éste eligió la feraz vega del Jordán y le dejó a su tío<br />
la inhóspita montaña. Pero se equivocó. Hay valores<br />
más importantes que los económicos. Ya lo advertía<br />
el narrador: «Los habitantes de Sodoma eran muy<br />
malos y pecadores ante Yahvé» (13,13). La convivencia<br />
con gente sin escrúpulos le acarreó la desgracia:<br />
tuvo que huir con lo puesto a la menospreciada<br />
montaña.<br />
Notar la secuencia cronológica: el atardecer, la<br />
noche, el alba, la salida del sol.<br />
PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong> 123