Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

hazañas de sus antepasados y el estímulo a imitarlas ma como profecía para el fin de los tiempos, dando
con el reconocimiento de que todo lo que aquéllos un sentido mesiánico al v. 10: «No se apartará el cetro
hicieron antaño o hacía Israel en el presente, se de Judá, ni el bastón de mando de entre tus piernas,
debía a la mano de Yahvé su Dios, y en él había que hasta que venga aquel a quien pertenece, y a él le obeconfíar.
dezcan los pueblos»: la dinastía davídica mantendrá
T^I ,, / . - ,1 el cetro hasta que llegue el soberano de los tiempos
El v. Ib («juntaos y os anunciare lo que os acóntecerá
en los últimos días») parece entender el poeúltimos.
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Muerte y sepultura de Jacor».
Muerte de José (Gn 49,28-50,26)
Todas éstas son las tribus de Israel, doce, y esto es lo que les dijo su padre, cuando
los bendijo: a cada uno lo bendijo con su bendición.
Y les dio este encargo: «Yo voy a reunirme con los míos. Sepultadme junto a mis
padres en la cueva que está en el campo de Errón el nitita, en la cueva que está en el
campo de la Macpelá, en trente de Mambré, en el país de Canaán, el campo que compró
Abranam a Ef ron el bitita, como propiedad sepulcral: allí sepultaron a Abrabam
y a su mujer Sara; allí sepultaron a Isaac y a su mujer Rebeca, y allí sepulté yo a Lía.
La compra del campo y de la cueva que bay allí se nizo a los bijos de Het».
Cuando Jacob acabó de dar esta orden a sus bijos, recogió sus piernas en el
lecbo, expiró y se reunió con los suyos.
£? f~~\ José cayó sobre el rostro de su padre, lloró sobre él y lo besó. Y encargó
K~s V_y José a sus servidores médicos que embalsamaran a su padre, y los médicos
embalsamaron a Israel. Y emplearon en ello cuarenta días, porque éste es el tiempo
que se emplea en los embalsamamientos. Y los egipcios le lloraron durante setenta
días.
Cuando pasaron los días del luto por él, habló José a la casa del Faraón diciendo:
«Si he bailado gracia a vuestros ojos, decid, por ravor, a los oídos del Faraón lo
siguiente: «Mi padre me tomó juramento diciendo: "Yo me muero. En el sepulcro
que yo cavé para mí en el país de Canaán, allí me sepultarás". Añora pues, permítaseme
subir y sepultar a mi padre y volver».
Dijo el Faraón: «Sube y sepulta a tu padre como él te bizo jurar». Y subió José
a enterrar a su padre, y con él subieron todos los servidores del Faraón, los ancianos
de su casa, y todos los ancianos del país de Egipto, y toda la casa de José, y sus hermanos
y la casa de su padre: sólo a sus pequeñuelos, y sus ovejas y sus vacas, los dejaron
en el país de Gosen. Subieron con él también carros y jinetes: resultó una caravana
muy grande.
Llegaron a Goren Haatad, que está allende el Jordán, bicieron allí un duelo
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