09.05.2013 Views

Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

karás mal, lo mismo que tampoco nosotros te hemos tocado a ti; lo mismo que no<br />

te hemos hecho sino hien, y te hemos dejado ir en paz, ¡oh tú, hendito de Yahvé!"».<br />

El les dio un hanquete, y comieron y hehieron. 31 Mad rugaron y se juramentaron<br />

entre sí; Isaac los despidió, y se rueron de su lado en paz.<br />

Sucedió aquel mismo día que llegaron unos siervos de Isaac y le dieron noticia<br />

del pozo que hahían cavado. Le dijeron: «Hemos hallado agua». El lo llamó<br />

Seha: de ahí el nombre de la ciudad de Ber-seha, hasta el día de hoy.<br />

Fuera de este cap. 26, Isaac no interesa sino en<br />

cuanto que es, o el hijo de Isaac, o el padre de Esaú<br />

y Jacob. Pero en este cap. 26 el autor recoge un ramillete<br />

de tradiciones sobre Isaac; y sin ninguna referencia<br />

ni a su padre ni a sus hijos. Son tres historias.<br />

La primera, semejante a la de Gn 12,<strong>10</strong>-26 y Gn 20,<br />

en la que Isaac, que reside como inmigrante en Guerar,<br />

dice de su mujer Rebeca que es su hermana,<br />

como ya antes había hecho Abraham en Egipto y en<br />

Guerar. La segunda historia se refiere a las reyertas<br />

sobre pozos entre Isaac y los de Guerar. La tercera,<br />

refiere la alianza de Isaac con Abimélec, el rey de<br />

Guerar. Así pues, Guerar es el motivo común que<br />

ensarta las tres historias.<br />

Podemos distinguir varios estratos en la redacción<br />

de este capítulo. La tradición ofrecía, por un<br />

lado, unas anécdotas sobre excavación de pozos y<br />

reyertas entre pastores por razón del aprovechamiento<br />

de ellos; por otro lado, una variante del tema<br />

de la esposa presentada como hermana (12,<strong>10</strong>-20;<br />

20), que sustituía a Abraham-Sara por Isaac-Rebeca,<br />

y tenía por escenario el mismo del cap. 20: Guerar,<br />

en territorio filisteo; por fin, otra versión del tratado<br />

con Abimélec, que en el cap. 21 lo hacía con Abraham<br />

y aquí lo hace con Isaac. Con esos materiales se<br />

hizo una narración bastante coherente. Ésta fue<br />

interpretada teológicamente gracias a las palabras<br />

de Yahvé en los w. 2-5 y 24 y las de Abimélec en los<br />

w. 28-29: aquel que en el relato antiguo aparecía<br />

como desvinculado de su padre y de sus hijos, es el<br />

heredero y transmisor de las promesas hechas a su<br />

padre Abraham.<br />

1-11. La narración primera (1-11), si dejamos<br />

aparte por ahora los w. 1-5, con la aparición de Yah­<br />

vé, la orden de quedarse en Guerar y la promesa de<br />

descendencia y de poseer aquella tierra, es de carácter<br />

muy primitivo, menos elaborada que la de 12,<strong>10</strong>-<br />

26 y sin las preocupaciones de moralista del cap. 20.<br />

Así pues, de entre las tres historias de la mujer de un<br />

patriarca presentada como «hermana» para evitar<br />

problemas, la del cap. 26, en la forma actual, es probablemente<br />

la más tardía; pero en su forma primitiva<br />

puede ser tan antigua o más que cualquiera de las<br />

otras dos. Son variantes de un mismo tema tradicional.<br />

Estos antiguos relatos contaban episodios<br />

intrascendentes de la vida diaria. No mencionaban<br />

para nada a Dios: todo sucedía entre Isaac con Rebeca<br />

y Abimélec con sus filisteos. Pero los w. 2-5 hacen<br />

de estos incidentes una página más de la historia de<br />

las promesas.<br />

Lo que en el v. 1 había comenzado por iniciativa<br />

de Isaac, ante el hambre que se había apoderado de<br />

la región (un redactor recalca que es un hambre distinta<br />

de la que se padeció en tiempos de Abraham),<br />

en el v. 2 se hace por mandato de Yahvé. <strong>Para</strong> el<br />

narrador final del Génesis, que conoce Gn 12,<strong>10</strong>-20,<br />

si Isaac no fue a Egipto, como era normal siempre<br />

que había carestía en Canaán, es porque Yahvé no<br />

quiso que se repitiera la triste experiencia de la<br />

migración de Abraham a Egipto. El texto no corre<br />

muy fluidamente, ya que primero le dice: «Habita en<br />

la tierra que yo te diré» (con la misma vaguedad de<br />

12,1), e inmediatamente: «Reside en esta tierra», que,<br />

según el v. 1, es la tierra de Guerar.<br />

En 12,<strong>10</strong>-20 no se nos decía lo que pasó en la corte<br />

del Faraón; en Gn 20 no pasó nada porque intervino<br />

a tiempo Dios; aquí no llegó a materializarse el<br />

PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong> 163

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!