Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

Siquem dijo al padre y a los hermanos de ella: «Que halle yo gracia a vuestros
ojos, y os daré lo que me pidáis. Aumentadme mucho el precio y el regalo, y yo os
daré lo que me digáis; pero dadme a la muchacha por mujer».
Los hijos de Jacob respondieron a Siquem y a su padre Jamor y le hablaron con
engaño, porque natía violado a su hermana Dina. Dijeron: «No podemos nacer tal
cosa: dar nuestra hermana a un nombre que es incircunciso, porque eso es una vergüenza
para nosotros. 1 Tan sólo con esta condición: que os hagáis como nosotros,
circuncidándoos todos los varones. Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos
para nosotros las vuestras, nos quedaremos con vosotros y seremos un único
pueblo. Pero si no nos hacéis caso circuncidándoos, tomaremos a nuestra hija y nos
iremos».
Parecieron hien sus palabras a los ojos de Jamor y a los ojos de Siquem, hijo de
Jamor, y el muchacho no tardó en ponerlo en práctica, porque quería a la hija de
Jacob; y él era el más honorable de toda la casa de su padre.
Jamor y su hijo Siquem rueron a la puerta de su ciudad y hablaron a los hombres
de la ciudad diciéndoles: «Estos hombres son pacíricos con nosotros. Que se
queden en el país y circulen libremente, pues ya veis que tienen delante una tierra
espaciosa en todas direcciones. Tomemos a sus hijas por mujeres y démosles nuestras
hijas. Pero sólo con esta condición accederán estos hombres a quedarse con
nosotros para ser un único pueblo: que nos circuncidemos todos los varones; lo mismo
que ellos están circuncidados. Sus ganados y hacienda y todas sus bestias, ¿no
van a ser para nosotros? Así que accedamos a lo que piden y que se queden con nosotros».
Oyeron a Jamor y a su hijo Siquem todos los que salían por la puerta de su ciudad,
y se circuncidó todo varón: todos los que salían por la puerta de la ciudad.
Sucedió al tercer día, cuando ellos estaban doloridos, que dos hijos de Jacob,
Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada y entraron en la ciudad
tranquilamente y mataron a todo varón. Y a Jamor y a Siquem los mataron a
tilo de espada, y tomaron a Dina de la casa de Siquem, y salieron.
Los hijos de Jacob entraron por encima de los muertos, saquearon la ciudad
que había violado a su hermana, se apoderaron de sus ovejas, de sus vacadas y de
sus asnos, y de lo que había en la ciudad y de lo que había en el campo. Se apoderaron
de toda su hacienda y de todos sus pequeñuelos y de sus mujeres, y saquearon
todo lo que había en las casas.
Jacob dijo a Simeón y a Leví: «Me habéis desgraciado haciéndome odioso a los
habitantes del país, a los cananeos y a los perezeos, y yo tengo pocos hombres, y ellos
se juntarán contra mí, me atacarán y seremos aniquilados yo y mi casa». 3 'Repl ícaron
ellos: «¿Es que se puede tratar a nuestra hermana como a una prostituta?».
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