Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
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nació primero, Esaú-Edom, será siervo del menor,<br />
Jacob-Israel. Esto comenzó a realizarse con la victoria<br />
de David sobre Edom (2 Sm 8,13-14). Podemos<br />
suponer que el narrador escribe en la corte de David,<br />
o que recuerda aquella situación. Pero el motivo literario<br />
de la enemistad de los dos hermanos desde el<br />
vientre de su madre puede remontarse al tiempo de<br />
los patriarcas, y se encuentra profusamente en la<br />
literatura universal.<br />
No se dice si Rebeca comunicó a su marido los<br />
secretos de su vientre y de las preferencias de Yahvé.<br />
A nivel de narración ella queda como secreta colaboradora<br />
de Yahvé en la faena de poner al segundo<br />
por delante del primero, sin prisa, esperando la ocasión.<br />
Pero ¿cuál de los dos sería el menor, ese de cuya<br />
parte se ponía Yahvé con la complicidad de Rebeca?<br />
24. Rebeca tuvo efectivamente mellizos'. Del primero<br />
se dice que era rojizo, 'admoní, aludiendo al<br />
nombre de Edom (ver 36,1.19: Esaú = Edom); y<br />
velludo como un manto de piel 2 , un manto de se'ar,<br />
aludiendo al otro nombre de Edom, Seír (ver 14,6;<br />
32,4; 36,8-19; Jue 5,4: «Cuando saliste de Seír, Yahvé,<br />
cuando avanzaste por los caminos de Edom»). Parece<br />
que le tenían que llamar «Edom» o «Seír». Pero<br />
le llamaron Esaú. La nación que nacerá de él será<br />
Edom. Seguramente que el narrador no le encontró<br />
explicación etimológica adecuada al nombre de<br />
Esaú. Además, lo importante era que los lectores<br />
identificaran, mediante las dos alusiones, a Esaú con<br />
el pueblo edomita, que habitaba la región de Seír.<br />
El adjetivo 'admoní, rojizo, no ocurre más que<br />
aquí y en 1 Sm 16,12 y 17,42 para describir a David<br />
como un joven bello, quizás «rubio». Pero aquí debe<br />
describir alguna condición propia de los edomitas,<br />
del color de los actuales beduinos, bruñidos por el<br />
sol. Lo de «igual que un manto de pelo» cuadra bien<br />
con un hombre montaraz, extremadamente viril, sin<br />
pizca de afeminamiento, cual se le describe a Esaú<br />
en los w. 27 y 29-34.<br />
1 En hebreo, «mellizos» se dice tómtm; recordemos el nombre<br />
de Tomás, apellidado «el Mellizo», Jn 11,16.<br />
2 El manto de pelo fue indumentaria de los profetas (ver Zac<br />
13,4); lo usaron Elias (2 Re 1,8) y Juan el Bautista (Mt 3,4).<br />
158 PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong><br />
El segundo nace con el empeño innato, y por<br />
ahora frustrado, de dejar atrás al primero: agarrando<br />
el talón {'aqeb) de su hermano. De ahí su nombre<br />
de Ya'aqob 3 . Otra interpretación del mismo nombre<br />
lo hace derivar del verbo 'aqab, que se suele traducir<br />
por «suplantar con engaño». Este verbo sólo ocurre<br />
en textos que se refieren precisamente a la acción de<br />
Jacob de suplantar a su hermano: el mismo Esaú<br />
dirá, 27,36: «Me ha suplantado ya dos veces»; Os<br />
12,4: «En el seno materno suplantó a su hermano»;<br />
Jr 9,3: «Todo hermano suplanta». Pero muy bien<br />
puede mantenerse en todos los casos el sentido etimológico<br />
de «atacar o hacer la jugada por detrás»,<br />
«zancadillear», para derribar al que va delante y<br />
ponerse el primero.<br />
Jacob no tiene ninguna característica especial:<br />
no tiene el color rojizo oscuro de los beduinos, achicharrados<br />
por el sol, ni es velludo como Esaú. Él es<br />
más bien pálido y lampiño (ver 27,12.16.22). Ahí se<br />
dibujan los caracteres raciales de dos naciones, los<br />
edomitas y los israelitas, que van a luchar por el predominio.<br />
27. Cuando van creciendo, cada uno tiene sus<br />
aficiones conforme a sus caracteres fisiológicos.<br />
Esaú tiene las inclinaciones propias de un varón<br />
fuerte, valiente, resistente, independiente, a quien se<br />
le cae la casa encima. Lo suyo es la caza y el campo.<br />
Los autores suelen comparar su figura con la de<br />
Enkidu, del poema de Gilgamesh. Su padre está<br />
orgulloso de él, porque es el primogénito y el heredero,<br />
y porque le prepara a él, al que siempre le ha<br />
gustado la caza pero que ya no está para cacerías,<br />
suculentos guisos de su caza. Es su preferido.<br />
Jacob, además de no ser el primogénito, tiene<br />
aspecto menos varonil; no le gusta el monte ni la<br />
caza. Es un hombre casero, amigo de la tienda,<br />
arrimado a las faldas de su madre; tiene la condición<br />
pacífica propia del pastor.<br />
Es el preferido de la madre; no se dice por qué.<br />
Quizás por proteger al hijo injustamente desdeñado<br />
3 El sentido primitivo del nombre de Jacob sería el del nombre<br />
teofórico Yahqub-ila, «Dios proteja».