Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

lo, y atribuyéndolos respectivamente a J y E. Hoy
algunos ponen en duda estas atribuciones.
Para no aburrir al lector, me voy a permitir transmitirle
mis conclusiones, sin mencionar apenas las
razones en que se apoyan:
- De la narración antigua, que recogió J, nos quedan
los w. lb-2.4-5.8-12.17; es decir, toda la sustancia
de la narración.
- Del redactor J, en alguno de los momentos de
esta redacción, pueden ser los w. 6 y 18, que interpretan
y valoran las dos escenas: «Ycreyó él en Yahvé,
el cual lo valoró como justicia». «Aquel día estableció
Yahvé una alianza con Abram». Suyo será también
el ensamblaje general. Él tuvo que empalmar
este episodio con el resto de la historia de Abram,
por lo que habrá de pertenecerle al menos la sustancia
del v. la: «Después de estos sucesos fue (dirigida)
la palabra de Yahvé a Abram en visión, diciendo».
- De fecha indeterminable es el v. 3: «Dijo Abram:
"He aquí que no me has dado descendencia, y he aquí
que un criado de mi casa me va a heredar"». El v. 2
terminaba con una frase ininteligible: «y el hijo de
Mesheq de mi casa es Dammesheq Eliezer». Alguien
quiso explicar en el v. 3 esa frase del v. 2, que no se
entendía.
- Tardía, pero todavía anterior al deuteronomismo,
es la inserción de los w. 13-15, que son un añadido
que interrumpe la ejecución de la acción simbólica.
El autor conoce las tradiciones del éxodo, que
resume según su propio intento, pero no hace ninguna
alusión al destierro. A alguien le pareció necesario
responder a quienes se sorprendían de que la
promesa de la tierra hubiera tardado tanto tiempo
en cumplirse: tardó mucho, pero se cumplió, no en
el mismo Abram, sino en su descendencia.
- Algo posterior, cercana al deuteronomismo,
será la añadidura del v. 16: «cuarta generación», que
no cuadra con «400 años».
- El v. 7, «Yle dijo: "Yo soy Yahvé que te saqué de
Ur de los Caldeos, para darte esta tierra en propiedad"»,
es posterior, al menos en su forma actual 1 .
1 Aplica a Abraham una fórmula que es propia del éxodo (Éx
20,2; Dt 5,6, y sobre todo Lv 25,38: «Yo soy Yahvé... que os saqué
- Igualmente, la enumeración de pueblos en los
w. 19-21, que empalma mal con el v. 18. Las listas de
pueblos antiguos pobladores de Canaán fueron
creciendo poco a poco, sobre todo en textos dependientes
del Deuteronomio. Suelen ser 5, 6, ó 7 pueblos;
aquí llegan hasta 10. Parece ser la lista más
reciente de todas.
1-6. Primera escena
1. «Después de estos sucesos» [literalmente: «palabras»].
Es un empalme que ensarta tradiciones orales
sueltas para componer una historia seguida de Abram.
Es de un redactor, al cual se puede atribuir también la
fórmula «Fue la palabra de Yahvé a Abram», que es
corriente en las narraciones proféticas.
El resto del versículo es un texto rimado, con tres
versos de tres acentos, absolutamente singular entre
todos los textos de promesa. «No temas. Yo soy/seré
para ti un escudo». Abram ha sido llamado por Dios
para una empresa difícil y dura. Sus enemigos le lanzarán
sus flechas. No tiene nada que temer: allí está
Yahvé para ser su escudo. «Tu premio será muy grande»,
pero por entonces era todavía un premio muy
inconcreto.
2-3. Hemos hablado ya de la dificultad del v. 2,
cuyo texto debía de ser incomprensible ya en tiempo
muy antiguo, por lo que hubo de ser explicado en
el v. 3. No tiene nada de extraño que Abram ponga
una objeción. No siente menos que nosotros la dificultad
en admitir una palabra de Dios muy halagüeña,
pero que choca con la triste experiencia. Se
diferencia de nosotros sólo en su mayor valoración
de la descendencia. ¿Cómo se van a cumplir las
promesas si no tiene siquiera un hijo y le va a heredar
un extraño?
4-5. La respuesta de Yahvé es la promesa de un
hijo propio. Al confirmarla con un signo, pasa de la
promesa de un hijo a la de una gran posteridad. Es
la única vez en que se le dice a uno que mire al cie-
de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán...»). «Dar en
herencia» es deuteronomístico. Ur Kashdim, «Ur de los Caldeos»,
parece propio y exclusivo de P.
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