Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
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al encuentro de su padre Israel; y se le apareció, y se echó a su cuello y se quedó llorando<br />
sobre su cuello.<br />
Y dijo Israel a José: «Ahora ya puedo morir, después de hacer visto tu rostro,<br />
porque vives todavía».<br />
Cuando 46,1 comienza diciendo: «Partió Israel<br />
con todo lo suyo», esperaríamos que, con la brevedad<br />
a que nos tiene acostumbrados el narrador en el relato<br />
de los viajes anteriores, siguiera diciendo: «y bajó<br />
a Egipto» o algo de parecida concisión. Pero se dice<br />
que fue a Berseba y allí Dios le habló en una visión<br />
nocturna, en la que le dice que no tema bajar a Egipto,<br />
cuando según la narración anterior no había<br />
mostrado ningún tal temor. Después de decir que<br />
salió de Berseba, añade que los hijos de Israel montaron<br />
a su padre, así como a sus pequeños y mujeres,<br />
en las carretas enviadas por el Faraón, de acuerdo<br />
con una de las versiones de la historia de José en<br />
el cap. 45. Pero esta noticia tendría su puesto natural<br />
inmediatamente después de 45,28 y antes de la<br />
partida de su residencia habitual. Según el v. 6, llevaron<br />
también el ganado y la hacienda lograda en<br />
Canaán, a pesar de que el Faraón les había dicho que<br />
se despreocuparan de ello, que no les iba a faltar<br />
nada en Egipto (45,20). El v. 7 insiste en que se llevaron<br />
no sólo los hijos y nietos de Jacob, sino también<br />
las hijas y nietas. Sigue una larga lista de los<br />
hijos de Israel que entraron en Egipto, se entiende<br />
que con Jacob, lo que no obsta para que se incluya<br />
a José y sus hijos.<br />
Tras estas interrupciones se reanuda el relato en<br />
los w. 28-30: Judá es enviado por delante a anunciar<br />
la llegada, José corre al encuentro de su padre, etc.<br />
Es obvio que un tal capítulo se ha ido haciendo<br />
a lo largo de siglos. Podríamos figurarnos el proceso<br />
aproximadamente así.<br />
1) Lo primero es la continuación antigua de la<br />
historia de José, en una de sus versiones: w. 5b.28-<br />
30: los hijos de Israel montan a él y a sus propias<br />
mujeres e hijos en las carretas enviadas por el<br />
Faraón. Jacob envía por delante a Judá. José y su<br />
padre se encuentran.<br />
278 PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong><br />
2) Según esa versión, Jacob va a Egipto por propia<br />
decisión, para ver a su hijo (45,28). Pero un escritor<br />
posterior no entiende que Jacob pueda ir a Egipto<br />
por iniciativa propia y sin que Dios sancione su<br />
viaje y le asegure del éxito. Por eso introduce una<br />
primera estación en Berseba, donde Dios, en visión<br />
nocturna, asegura a Jacob del éxito de su viaje, le<br />
promete la vuelta y que José le cerrará los ojos (la(3-<br />
5a). Este escritor es de tradición elohísta (Elohim, no<br />
Yahvé; «en visión nocturna»), pero por lo tardío e<br />
impreciso de su lenguaje aparece como un autor<br />
posterior, que remeda relatos antiguos semejantes.<br />
3) El mismo narrador sacerdotal que en 12,5 se<br />
preocupaba de que Abraham no se fuera de Mesopotamia<br />
a Canaán con las manos vacías, sino con<br />
toda su hacienda, aquí añade que Jacob se fue a<br />
Egipto con sus ganados y la hacienda lograda en<br />
Canaán: v. 6.<br />
4) La tradición sacerdotal poseía una vieja lista<br />
de los hijos y nietos de Jacob. Como el v. 6 decía que<br />
fue Jacob a Egipto «con toda su descendencia», éste<br />
era buen momento para insertar esa lista. Aunque de<br />
hecho era una lista de toda la descendencia de Jacob,<br />
la titula, por razón del lugar en que la inserta: «Éstos<br />
son los nombres de los hijos de Israel que fueron a<br />
Egipto», lo que le debería haber obligado a suprimir<br />
lo referente a José (w. 8-25).<br />
5) La lista anterior proporcionaba las sumas parciales<br />
de los descendientes de Jacob distribuidos<br />
según las correspondientes madres: 33 + 16 + 14 + 7.<br />
Estas sumas no brillan por su exactitud: a) <strong>Para</strong> que<br />
los hijos de Lía sean 33, hay que contar a su hija<br />
Dina, y a sus nietos Er, Onán y Selá (los dos primeros<br />
perecieron en Canaán y por tanto no fueron a<br />
Egipto, como advierte un copista posterior en el v.<br />
12), y a sus biznietos Peres y Zéraj, y a sus tataranietos,<br />
los dos hijos de Peres; b) Entre los hijos de<br />
Zilpá hemos de contar a dos hijos de Beriá, nietos de