Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

ficios después del diluvio. Por lo mismo, las provisiones
que Noé ha de introducir en el arca son sólo
vegetales. Son mencionados todos los géneros de
animales cuya creación se cuenta en Gn 1: Dios, a
pesar de su decisión de acabar con toda carne, no
quiere destruir nada de lo que ha creado. Con la
humanidad y para la humanidad fueron creados,
con la humanidad y por la humanidad corrompida
son aniquilados, y con el único hombre justo que es
salvado y por él son salvados.
6,22. «YNoé lo ejecutó conforme en todo a lo que
le había mandado Yahvé». Lo importante es que Noé
hizo lo que Dios le había mandado. En la historia del
diluvio se insiste en esta obediencia de Noé (Gn 7,5
J; 7,9 y 7,16a P). Para P es una afirmación trascendental,
que repetirá a propósito de Abraham en Gn
17,23; 21,4, y luego machaconamente respecto de
Moisés en Éxodo, Levítico, Números y Josué 7 .
7,1-5. Preparativos, según J. El narrador J prosigue
con la preparación del diluvio que había
comenzado en 6,5-8. Como en la introducción P,
Yahvé anuncia el diluvio a Noé al mismo tiempo que
le asegura que él será preservado, y añade la reacción
de Noé ante este doble anuncio: Noé ejecutó
todo lo mandado. La orden de entrar en el arca supone
que el arca estaba ya construida: seguramente la
tradición Yahvista contaba también cómo Noé la
había construido; pero el Redactor final juzgó que
bastaba con copiar la minuciosa descripción de P.
El texto dice literalmente: «Porque a ti te he visto
justo delante de mí en esta generación», es decir:
eres el único a quien he hallado justo en toda esta
generación. Lo que antes había afirmado el autor,
cuando, después de hablar de la corrupción de toda
la humanidad, decía que «TVoé halló gracia a los ojos
de Yahvé», (6,5-8), ahora se lo dice con otras palabras
Yahvé al mismo Noé.
El narrador J considera que los sacrificios, y el
alimentarse de carne tanto el hombre como algunos
7 Éx 7,10.20; 12,28.50; 36,1; 38,22; 39 a cada paso; 40 a cada
paso; Lv 8 a cada paso; 9,10; 16,34; 24,23; Nm 1,19.54; 2,33-34;
3,16.42.51; 4,37.45.49; 8,3.20.22, 9,5; 15,36; 17,26; 20,9.27; 26,4;
27,22; 31,7.31.41.47; 36,10; Jos 14,2.5; 21,8.
66 PARA COMPRENDER EL LIBRO DEL GÉNESIS
animales, y la distinción entre animales puros e
impuros, sea para la alimentación sea para los sacrificios,
por lo mismo que son prácticas que se dan
también fuera de Israel, no arrancan de la legislación
del Sinaí, sino que nacieron con la misma humanidad.
Noé, pues, se ha de preocupar especialmente de
los animales que sirven inmediatamente al hombre
(por eso mete siete parejas de cada uno de ellos);
pero Dios quiere que todas las especies animales se
conserven (por eso mete una pareja de cada una) 8 .
«Para conservar con vida una semilla sobre la faz de
la tierra», tanto de los hombres como de los animales.
«Dentro de siete días haré llover»: no es algo que
ocurre porque sí, es algo que Yahvé mismo realiza:
Dios destruye su propia obra: «todo lo que yo he
hecho». La causa del diluvio es una lluvia pertinaz de
cuarenta días y cuarenta noches. Cuarenta es un
número redondo, como los años de migración de
Israel por el desierto, los días y noches de Moisés en
el monte (Éx 24,18; 34,28), los del caminar de Elias
hacia el Horeb (1 Re 19,8), los del ayuno de Jesús
(Mt 4,2 y par.). Se quiere encarecer que son muchos
años o días; demasiados en este caso.
7,6-16. La entrada en el arca. Es la descripción
del acontecimiento, que el redactor final compone
intercalando en el relato de P algunas de las frases
de J y añadiendo sus propias explicaciones. De P
toma, para empezar, la fecha exacta: Noé tenía 600
años cuando comenzó el diluvio; este dato se completa
en el v. 11: fue el día 17 del mes segundo de ese
año. Así comienza la cuenta de los días del diluvio.
J refiere cómo Noé entró en el arca (v. 7), y que la lluvia
comenzó a los siete días (v. 10), y que estuvo lloviendo
cuarenta días y cuarenta noches (v. 12) (tal
como Yahvé había anunciado a Noé). Más adelante
dice que «Yahvé cerró la puerta detrás de Noé» (v.
16b): habría estado mejor esta frase antes de que
comenzara la lluvia. El Redactor completa el relato
J, precisando que entraron en el arca también los
componentes de la familia de Noé, y los animales,
8 La frase: «Asimismo de las aves de los cielos, siete parejas,
macho y hembra», en el v. 3, es una glosa innecesaria e imprecisa:
no distingue entre aves puras e impuras.