Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

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Lahán tenía dos hijas: la mayor llamada Lía, y la pequeña llamada Raquel.
Los ojos de Lía eran tiernos. Pero Raquel era de bella fi dura y de bella presencia.
Jacob se había enamorado de Raquel. Dijo, pues: «Te serviré siete años por
Raquel, tu hija pequeña». Dijo Labán: «Mejor es dártela a ti que dársela a otro hombre.
Quédate conmigo».
Sirvió Jacob por Raquel siete años, que rueron a sus ojos como unos días, por
lo mucho que la amaba. 1 Jacob dijo a Labán: «Dame mi mujer, que se ha cumplido
el plazo, para que me una con ella». Labán juntó a todos los hombres del lugar y
dio un banquete. 3 Y a la tarde tomó a su hija Lía y la introdujo donde Jacob, y éste
se unió a ella.
Y [Labán] le dio su esclava Zilpá como esclava a su hija Lía.
Y sucedió que, cuando amaneció, ¡aquélla era Lía! Y Jacob dijo a Labán: «¿Qué
es lo que has hecho conmigo? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué me has hecho
trampa?».
Labán dijo: «No se acostumbra en nuestra tierra dar la menor antes que la
mayor. Cumple esta semana, y te daré también a la otra por el servicio que me prestarás
todavía otros siete años».
Así lo hizo Jacob; cumplió aquella semana, y [Labán] le dio a su hija Raquel
por mujer.
Labán le dio su esclava Bilh á como esclava a su hija Raquel.
El se unió también a Raquel, y amó a Raquel más que a Lía, y le sirvió (a Labán)
otros siete años más.
Para percatarse de la estructura general del capítulo,
hay que echar una ojeada a todo el conjunto de
los caps. 29-31. En el centro están el casamiento de
Jacob con las dos hijas de Labán (29,15-30) y el nacimiento
de los hijos de Jacob (29,31-30,24). Como
introducción precede la llegada de Jacob a casa de
Labán (29,1-14). Una vez nacidos los hijos, Jacob ha
de volver a su patria: pero se interponen las difíciles
relaciones entre Labán y Jacob, el enriquecimiento
de éste, la fuga, el alcance por Labán, el arreglo final
(30,25-32,3). En un contexto más amplio, estos capítulos
se integran en la historia de la huida de Jacob
ante su hermano Esaú y el reencuentro de los dos
hermanos (caps. 27-33). Ahora nos ceñimos al cap.
29.
El estudio de literatura comparada permite apreciar
en el cap. 29 varios motivos literarios: a) Un
joven encuentra junto a un pozo a una muchacha,
con la que luego se casará (29,1-14; ver 24,11-33; Éx
2,15-22); b) El criado se casa con las hijas del amo.
Pero este tema aparece aquí muy desdibujado, porque
Jacob es, antes que nada, un pariente, que no llega
en plan de prestar un servicio, sino de buscar
mujer; c) Una novia es sustituida fraudulentamente
por su hermana. Estos tres motivos están aquí
perfectamente combinados, sin que se note sutura ni
roce.
Los defensores de la distinción de fuentes J y E
suelen distribuir el texto entre esas dos fuentes. La
principal dificultad para esta vivisección está en el
ensamblaje perfecto, salvo que en el v. 16 hay un
nuevo comienzo: debería decir: «Además de Raquel,
tenía otra hija, Lía», o algo parecido.
Los w. 24 y 29, que, interrumpiendo el relato,
adelantan que Labán les dio una esclava a cada una
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