Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
de Jesús, mucho más al sur (como en 48,7; Jos 15,59<br />
G). Esta confusión dio origen a la tradición que<br />
señala cerca de Belén el sepulcro de Raquel, donde<br />
todavía hoy los musulmanes veneran su memoria en<br />
una pequeña mezquita. (Esa tradición se recoge<br />
también en Mt 2,17-18).<br />
Un parte del oficio de la buena comadrona es<br />
animar a la parturienta. El mayor consuelo es que su<br />
dolor merece la pena, porque le está naciendo un<br />
hijo varón. «No temas, que hijo has parido», le dice<br />
la comadrona en semejante ocasión a la mujer de<br />
Pinjas (1 Sm 4,20). Aquí la partera modifica el giro<br />
usado: «No temas, que también éste para ti hijo».<br />
«También éste», porque Raquel ha tenido antes a José,<br />
y desde entonces ha vivido con el deseo, expresado<br />
al poner nombre a aquél, de tener otro hijo<br />
(30,24: «Y lo llamó José, diciendo: "Que me añada<br />
Yahvé otro hijo"»). No hace falta explicar el valor que<br />
en aquella cultura se daba a los hijos varones.<br />
La madre, con su último aliento, pone al niño el<br />
nombre de Ben Oní, «Hijo de mi dolor». Pero, lo que<br />
nunca, al padre no le agrada el nombre puesto por<br />
la madre, y lo modifica, seguramente para que no<br />
sea de mal agüero. Si, como ellos creían, los nombres<br />
podían marcar el sino de las personas, Ben<br />
Yamín era un buen nombre: «Hijo de la derecha»<br />
podía significar simplemente «habitante del sur»,<br />
«meridional», ya que, si uno se orienta mirando al<br />
sol naciente, el sur queda a la derecha. Pero, como<br />
la derecha es la mano de la buena fortuna, significaba<br />
también «Hijo de Felicidad» 2 .<br />
Erigir una estela sobre un sepulcro es una costumbre<br />
generalizada en muchas culturas, nacida del<br />
deseo de recordar al difunto y el lugar exacto de su<br />
sepultura. En Israel no eran objeto de culto. El<br />
narrador añade para sus oyentes o lectores: «Es la<br />
estela del sepulcro de Raquel hasta hoy»: es la estela<br />
que todos conocéis, porque perdura hasta hoy. Seguramente<br />
la existencia de aquella estela conmemorativa<br />
en aquel lugar hizo que Raquel fuera más<br />
afortunada que otras mujeres de la era patriarcal,<br />
2 Ocurre lo mismo con el nombre árabe Yemen, que, significando<br />
«Tierra del sur», lleva también el nombre de «Arabia Félix».<br />
En las cartas de Mari Ben-Yamin significa «del Sur».<br />
cuya muerte y sepultura no merecen una narración;<br />
por ejemplo, Rebeca y Lía, de las que sólo se dice en<br />
49,31 que fueron sepultadas junto a Abraham, Sara<br />
e Isaac.<br />
21-22a. Rubén se acuesta con la concubina de<br />
su padre. Una narración tan escueta que parece un<br />
fragmento de una narración completa, en la que tendría<br />
que seguir alguna reacción, no sé si por parte de<br />
Jacob, el cual en el atropello de Siquem con Dina<br />
guardó por el momento silencio y luego no hizo<br />
nada, o más bien por parte de los hijos de Bilhá: Dan<br />
y Neftalí. Pero no son más que elucubraciones. En<br />
las llamadas «bendiciones de Jacob» (Gn 49), se subsana<br />
la pasividad de Jacob, ya que se condenan las<br />
acciones de Rubén (w. 3-4) y de Simeón-Leví (w. 5-<br />
7). No se dice expresamente que ese crimen explique<br />
la pérdida del puesto privilegiado que correspondía<br />
a su tribu por razón de la primogenitura. Pero seguramente<br />
hay que sobrentenderlo. 1 Cr 5,1 lo afirma<br />
expresamente. Ese tipo de acción está severamente<br />
prohibido en Dt 23,1. De hecho Rubén, que todavía<br />
en el Cántico de Débora era importante, pues se le<br />
recrimina por no acudir a guerrear al lado de sus<br />
hermanos (Jue 5,15-16), en las «bendiciones de Moisés»<br />
(Dt 33,6) está reducido a pocos hombres, y se<br />
pide que no se extinga. Una de las versiones de la historia<br />
de José le reserva todavía el protagonismo propio<br />
del primogénito.<br />
La localidad Migdal-Eder, «Torre del Rebaño», es<br />
desconocida. Eran frecuentes las rústicas torres que<br />
servían a los pastores para la custodia del rebaño.<br />
22b-26. Lista de los hijos de Jacob. La doble<br />
promesa hecha a Jacob de ser padre de multitud de<br />
pueblos y de poseer, él y su descendencia, la tierra<br />
que dio Dios a Abraham e Isaac, hacía conveniente<br />
enumerar los doce hijos de Jacob, padres de otras<br />
tantas tribus. Seguramente el narrador P lo hacía<br />
inmediatamente; ahora ha quedado su enumeración<br />
un poco alejada porque se han introducido algunas<br />
tradiciones primitivas que tenían ahí su mejor ubicación.<br />
Los hijos de Jacob se distribuyen según sus<br />
madres respectivas, lo que supone que quien hace la<br />
enumeración conoce las tradiciones recogidas en Gn<br />
29-30.<br />
PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong> 215