Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
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hermoso aspecto, y se pusieron a pacer en la marisma. Pero he aquí que otras siete<br />
vacas subían detrás de aquéllas, delgadas y de mal aspecto y Hacas de carnes: no<br />
había visto yo tan malas como aquéllas en toda la tierra de Egipto. 20 Y las vacas flacas<br />
y malas devoraron a las siete vacas primeras, las gordas. Pero entraron en su<br />
vientre y no se notaba que hubieran entrado en su vientre: su aspecto seguía siendo<br />
tan malo como al principio. Y me desperté.<br />
Y he aquí que vi en mi sueño cómo siete espigas crecían en una misma caña,<br />
llenas y hermosas. Pero he aquí que otras siete espigas secas, Hacas y abrasadas por<br />
el solano, brotaban después de aquéllas y se tragaron las espigas nacas a las siete<br />
espigas hermosas. Se lo he dicho a los magos, pero no hay quien me lo explique».<br />
José dijo al Faraón: «El sueño de Faraón es uno solo: lo que Dios va a hacer se<br />
lo anuncia al Faraón. Siete vacas hermosas, siete años de hartura son, y las siete<br />
espigas buenas, siete años son: el sueño es uno solo. Y siete vacas nacas y malas que<br />
subían después de aquéllas, siete años son; y siete espigas nacas y abrasadas por el<br />
solano, serán siete años de hambre.<br />
Esta es la palabra que yo he dicho al Faraón. Lo que Dios va a hacer se lo ha mostrado<br />
al Faraón. 29 He aquí que vienen siete años de gran hartura en toda la tierra de<br />
Egipto. Pero sobrevendrán otros siete años de hambre detrás de ellos y se olvidará<br />
toda la hartura en la tierra de Egipto, y el hambre asolará el país, y no se conocerá la<br />
hartura en el país, ante el hambre que vendrá después, porque será muy dura.<br />
Y el que se haya repetido el sueño del Faraón dos veces, es que la cosa es íirme<br />
de parte de Dios, y Dios se apresura a realizarla.<br />
Ahora pues, líjese el Faraón en algún hombre inteligente y sabio, y póngalo al<br />
trente del país de Egipto. Hágalo el Faraón: ponga encargados al trente del país y<br />
exija el quinto al país de Egipto durante los siete años de abundancia. Ellos recogerán<br />
todos los comestibles de esos años buenos que vienen, almacenarán el grano<br />
a disposición del Faraón en las ciudades, y lo guardarán. Y así los comestibles pasarán<br />
a ser depósito para el país para los siete años de hambre que sobrevendrán en el<br />
país de Egipto, y así no perecerá el país por el hambre».<br />
Pareció bien este discurso al Faraón y a todos sus servidores. Y dijo el Faraón<br />
a sus servidores: «¿Acaso se encontrará un hombre como éste en el que esté el espíritu<br />
de Dios?». Y dijo el Faraón a José: «Después de haberte dado a conocer Dios<br />
todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás al trente de mi casa, y de<br />
tu boca dependerá todo mi pueblo. Sólo el trono estará por encima de ti».<br />
1 Dijo el Faraón a José: «Mira: te he puesto al trente de todo el país de Egipto».<br />
Y el Faraón se quitó su anillo de su mano y lo puso en la mano de José, lo vistió<br />
con ropas de lino y le puso el collar de oro al cuello. Y lo hizo montar en la segunda<br />
carroza que tenía, e iban gritando delante de él: «¡Abrek!». Y lo puso al trente de<br />
todo el país de Egipto.<br />
246 PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong>