Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

Salmos, como Sal 124,1-2; y se percibe ya una ha servido de sus matrimonios como de una mermentalidad
como la de las requisitorias de los pro- cancía. No les ha dado la parte de la herencia (por
fetas contra los abusos de los poderosos. lo menos de la dote) que les correspondía (v. 15).
Ellas tenían que defenderse de la injusticia de las
3) De paso se defienden los derechos de las muje- leyes dictadas y aplicadas por los varones, a base de
res. Labán ha tratado a sus hijas como extrañas. Se talento.
Preparación del encuentro
con Esaú (Gn 32,1-22)
"O / ^y Madrugó Latan y tesó a sus hijos y a sus hijas, y los tendijo, y fue y se vols_/
¿~\ vio a su lugar.
Y Jacot se rae por su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. Y dijo
Jacot en cuanto los vio: «Este es el campamento de Dios»; y llamó a aquel lugar Majanáyim.
Jacot envió mensajeros por delante a donde su nermano Esaú, al país de Seír,
en la campiña deEd om. 6 Y les mandó: «Esto diréis a mi señor, a Esaú: "Esto dice tu
siervo Jacot: 'He residido con Latan, y me he demorado hasta el presente. Me te
techo con tueyes, asnos, ovejas, siervos y siervas; y mando a avisar a mi señor, para
hallar gracia a sus ojos"».
Volvieron los mensajeros donde Jacot, diciendo: «Hemos ido donde tu hermano,
donde Esaú, y él mismo viene a tu encuentro, y cuatrocientos homtres con él».
Jacot se asustó mucto y se apuró. Dividió a la gente que ita con él, y las ovejas,
y las vacas y camellos, en dos campamentos. Y dijo: «Si llega Esaú a uno de los
campamentos y lo ataca, se salvará el otro campamento».
Y dijo Jacot: «¡Dios de mi padre Atraham, y Dios de mi padre Isaac, Yahvé,
que me dijiste: "Vuelve a tu tierra y a tu patria, que yo seré tueno contigo"; yo soy
indigno de todas las mercedes y toda la lealtad que has tenido con tu siervo. Pues
con mi cayado pasé este Jordán y ahora he llegado a rormar dos campamentos.
Lítrame, por ravor, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo,
no sea que venga y me ataque, a la madre con los hijos. Tú me dijiste: "Yo seré muy
tueno contigo y haré tu descendencia como la arena del mar, que es tanta que no se
puede contar"».
Y Jacot pasó allí aquella noche. Y tomó de lo que tenía a mano un regalo para
Esaú, su hermano: doscientas catras y veinte machos catríos, doscientas ovejas y
veinte carneros, treinta camellas criando, con sus crías, cuarenta vacas y diez toros,
veinte asnas y diez asnos. ' Y los encomendó a sus siervos, en manadas independientes,
y dijo a sus siervos: «Pasad delante de mí, y dejad espacio entre una mana-
PARA COMPRENDER EL LIBRO DEL GÉNESIS 197