Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

La primo ¿enitura
por un plato de lentejas (Gn 25,29-34)
Jacob natía cocido un potaje. Llegó Esaú del campo: estaba exhausto. Y dijo
Esaú a Jacob: «Déjame, por ravor, comer de lo rojo, de eso rojo, porque estoy exhausto».
(Por eso se le llamó Ed om). Respondió Jacob: «Véndeme añora mismo tu primogenitura».
Dijo Esaú: «Estoy a punto de morir: ¿de qué me sirve la primogenitura?».
Dijo Jacob: «Júramelo añora mismo». Y él se lo juró, y vendió su primogenitura
a Jacob. 34 Jacob dio a Esaú pan y el potaje de lentejas. Este comió y bebió,
se levantó y se iue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
El tema de la preeminencia de Jacob-Israel sobre
Esaú-Edom, siendo así que la tradición era firme en
que Esaú había nacido el primero, acuciaba a los
pensadores israelitas. De ahí las tres explicaciones
del hecho de que el segundo prevaleciera sobre el
primero: 1) Porque Yahvé lo quiso así y se lo anunció
a Rebeca (25,23); 2) Porque Esaú le vendió alocadamente
la primogenitura a su hermano Jacob
(25,29-34); 3) Porque entre Rebeca y Jacob urdieron
el engaño para obtener de Isaac para Jacob la bendición
del primogénito. Estas tres explicaciones, que
en las diversas tradiciones serían alternativas, hoy se
deben entender como cumulativas.
Las diversas tradiciones pintan de diversas
maneras a los personajes, sobre todo a Esaú. El Esaú
que tan alegre y burdamente se deja llevar la
primogenitura en 25,29-34 no es el Esaú que se
lamenta tanto de haber perdido la bendición de su
padre en el cap. 27; ni de un hombre hirsuto, belicoso
y justamente enojado se podía esperar que acogiera
con tanto afecto a su hermano a la vuelta de
éste de Mesopotamia en el cap. 33.
La narración de 25,29-34 tiene algo de caricaturesca.
Es normal que de una tribu vecina y emparentada
se cuenten anécdotas que la dibujen con rasgos
poco favorables. En la descripción de Esaú y
Jacob se quiere pintar a sus pueblos respectivos.
Esaú, de reacciones primarias, irreflexivo, incapaz
de estimar los verdaderos valores y de sacrificarse
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mínimamente por ellos'. Jacob, reflexivo, sagaz y
astuto, buen comerciante, que sabe aprovechar la
ocasión y apreciar los valores, los permanentes,
como la primogenitura.
29. La situación se toma del v. 27: Esaú era amigo
de salir al monte a cazar, Jacob lo era de quedarse
tranquilo en la tienda. Se comprende el hambre
de Esaú, el plato de lentejas de Jacob, y el que éste
se encuentre en casa 2 .
30-34. Esaú, cuando dice «Dame de eso rojo», o
no sabe lo que son las lentejas, o es que le da igual,
cualquier cosa con la que llenar el estómago. El antepasado
de los edomitas era voraz y necio. Despreció
la primogenitura, ¡y qué primogenitura!
Esaú exagera: literalmente dice: «Estoy caminando
hacia la muerte». Jacob quiere agarrarse a
1 Otros pasajes del Antiguo Testamento nos ofrecen una imagen
menos peyorativa de Edom, como un antiguo pueblo famoso
por el cultivo de la sabiduría (ver Jr 49,7; Job 2,11; Abd 8; Bar
3,22-23).
2 Se ha querido ver aquí la confrontación entre dos culturas,
de las que la segunda expulsó a la primera: el pastoreo a la caza.
Pero no se describe aquí a un pastor y a un cazador, sino a un
hermano casero y a otro cazador. Aquí la agricultura y la caza
(seguramente se da por supuesto el pastoreo) son elementos de
una misma cultura. Dentro de la misma familia cada uno tiene
sus aficiones.