Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
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cap. 37 hay dos líneas narrativas: en una, José es<br />
odiado por sus hermanos a causa de la túnica que le<br />
había regalado su padre; en otra, por sus sueños de<br />
grandeza y predominio. La acción discurre por dos<br />
cauces distintos: en uno es Rubén el que defiende la<br />
vida de José; en otro es Judá; en uno, José va a parar<br />
a manos de ismaelitas, en otro de madianitas. Se<br />
añade que el padre es en uno «Israel» y en otro<br />
«Jacob».<br />
También en otros capítulos se advierten incongruencias<br />
impropias de una historia tan bien contada:<br />
- En 41,54-57 se termina sin aclarar si en Egipto<br />
se sintió el hambre o no. Es normal atribuirlo a<br />
una poco afortunada combinación de fuentes.<br />
- En los caps. 42 y 43, primero quiere José mandar<br />
sólo a uno de los hermanos en busca de Benjamín,<br />
pero luego deja marchar a todos y se queda sólo<br />
Simeón. (Pero cabe que cambiara de opinión).<br />
- Según 42,35, cuando los hermanos de José<br />
estaban ya en casa encontraron el dinero en los<br />
sacos; pero según los w. 27-28 ya lo habían descubierto<br />
la primera noche de viaje.<br />
- En 43,1-14 no se tiene para nada en cuenta que<br />
Simeón había quedado en Egipto como rehén, y<br />
había que volver a liberarlo; la única razón que se<br />
aduce para volver a Egipto es que se habían agotado<br />
las provisiones. Y ¿por qué le tenían que contar tan<br />
por menudo a su padre lo que ya le habían contado<br />
en 42,29-34? ¿No será que este texto es de una versión<br />
que no sabía nada de la retención de Simeón?<br />
- También en el cap. 45 parece que quedan rastros<br />
de combinación de fuentes. No sólo porque José<br />
se da a conocer dos veces a sus hermanos (w. 3 y 4):<br />
podría ser una insistencia ante lo hermanos atónitos<br />
que no acaban de creer lo que oyen. Pero es que en<br />
los w. 9-12 es José el que invita a su padre a que vaya<br />
rápidamente a Egipto, mientras que en los w. 16-20<br />
es el propio Faraón el que le invita y le promete lo<br />
mejor de Egipto. Lo que no obsta para que en 46,31-<br />
47,5 el Faraón sea puesto al corriente cuando ya<br />
Jacob y sus hijos han llegado a Egipto, y sólo entonces<br />
otorgue el permiso de residencia.<br />
222 PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong><br />
- La invitación de José a establecerse en Goshen<br />
(45,<strong>10</strong>) choca con el ofrecimiento del Faraón<br />
(45,18.20), que pone a disposición de la familia de<br />
Jacob cualquier lugar para residir: lo mejor de Egipto.<br />
- También los medios de transporte varían: en<br />
45,17 son los asnos propiedad de los hermanos; en<br />
el v. 23 los asnos y asnas regalados por José; en los<br />
w. 19 y 27, y en 46,5, los carros enviados al efecto<br />
por el Faraón o por José.<br />
- Según 45,28, Jacob estaba decidido a ir a Egipto,<br />
y en 46,1a se había puesto en camino. Pero según<br />
46,lb-5a fue una aparición nocturna de Dios la que<br />
le decidió a emprender el viaje.<br />
- En 47,29-31 José recibe un último encargo de<br />
su padre moribundo. Pero en 48,1-2a es avisado de<br />
que su padre está enfermo y acude con sus hijos.<br />
Dejando otras irregularidades menores, cuando<br />
Jacob ha cruzado los brazos para bendecir a los dos<br />
hijos de José (48,8-14), y antes de que intervenga<br />
José para corregir la acción de su padre (48,17-19),<br />
Jacob bendice a José (48,15-16). (Antes ya había bendecido<br />
a José, e implícitamente a Efraím y Manases,<br />
según P: 48,3-6).<br />
2) Así pues, la presencia de dos versiones en algunos<br />
capítulos es indiscutible. En otros, aunque se<br />
adviertan indicios de composición, es menos fácil y<br />
segura su atribución a una de las dos versiones. En<br />
todo caso ninguna de las dos versiones pudo provenir<br />
del desarrollo literario de la otra. Nació como<br />
variante, sea a nivel de tradición oral, sea a nivel de<br />
literatura. Son dos versiones de un relato sustancialmente<br />
común.<br />
3) La duda puede estar en si esas dos versiones<br />
son obra de los mismos J y E que recogieron las tradiciones<br />
del resto del Génesis. Yo no veo ninguna<br />
razón decisiva que excluya que la «versión-Judá» sea<br />
de J y la «versión-Rubén» sea de E. ¿Lo son en realidad?<br />
Ninguno de los dos narradores, J y E, podían<br />
concluir su historia con la de los patriarcas: tenían<br />
que continuar contando el éxodo de Egipto. Por tanto,<br />
no podían menos de narrar, de una forma u otra,<br />
la llegada de Jacob y de sus hijos a Egipto. Ese eslabón<br />
imprescindible se encuentra hoy de hecho en la