Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

«¡Qué fin ha tenido el tirano [...]
La tierra entera, tranquila ya y sosegada,
prorrumpe en gritos de júbilo.
Hasta los cipreses se alegran por tu desventura,
y los cedros del Líbano:
«Desde que muerto yaces,
no sube el talador contra nosotros».
El Seol, allá abajo, se alborota por ti,
al salir a tu encuentro.
Por ti despierta a las sombras,
a todos los caudillos de la tierra,
levanta de sus tronos a todos los reyes de los pueblos.
Todos ellos responden y te dicen:
«¡También tú te has consumido como nosotros:
ya eres igual que nosotros!
Ha sido precipitada al Seol tu arrogancia
SÁTIRA A LA MUERTE DE UN TIRANO
El diluvio (Gn 6,5-9,17)
y el son de tus cítaras.
Estás acostado sobre lecho de gusanos,
tu cobertor es una gusanera.
¡Cómo has caído de los cielos,
Lucero, hijo de la Aurora!
Has sido derribado por tierra,
tú que abatías a las naciones!
Tú que decías en tu corazón:
"Al cielo voy a subir,
por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono,
y me sentaré en el Monte de la Reunión,
en el extremo norte.
Subiré a las alturas de las nubes,
me igualaré al Altísimo".
¡Ay! Al Seol has sido precipitado,
a lo más hondo del pozo». [...] (Is 14,4-15).
6 Vio Yahvé que se había multiplicado la maldad del hombre en la tierra, y que
todos los planes de su corazón eran puro mal día tras día, y le pesó a Yahvé de
haber hecho al hombre en la tierra, y se entristeció en su corazón. Y dijo Yahvé:
«Exterminaré de la raz del suelo al hombre que he creado —desde el nombre hasta el
ganado y el reptil y el ave de los cielos—, porque me pesa haberlos hecho». Pero Noé
halló gracia a los ojos de Yahvé.
Estas son las generaciones de Noé. Noé lúe un varón justo, sin tacha entre sus
contemporáneos. Noé andaba con Dios. Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jaret.
La tierra se corrompió en presencia de Dios: y se llenó la tierra de violencia.
Miró Dios a la tierra, y he aquí que se había corrompido, porque toda carne había
pervertido su camino sobre la tierra.
Y dijo Dios a Noé: «Tengo decidido el rin de toda carne, porque la tierra se ha
llenado de violencia por culpa de ellos. Así pues, he aquí que los extermino de la tierra.
Hazte un arca de maderas de confiera. Harás el arca con habitaciones y la asialtarás
bien por dentro y por mera. Así es como la harás: trescientos codos será la
longitud del arca; cincuenta codos su anchura; y treinta codos su altura. Harás al
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