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Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

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es la de Ismael; las otras dos, del Dios y del pozo, son<br />

postizas. Desgraciadamente, el texto parece corrompido,<br />

si no es que el mismo redactor se armó un lío.<br />

Literalmente se traduciría: «Y llamó a Yahvé que le<br />

hablaba: «Tú eres Dios que me ve», porque dijo: «¿Es<br />

que también he visto aquí detrás del que me ve?». Por<br />

eso se llamó el pozo Pozo de Lajay-Roí». «Pozo de<br />

Lajay-Roí» podría significar «Pozo del Viviente que<br />

me ve» (el mismo pozo aparece en 24,62).<br />

15-16. Ya hemos hablado de esta terminación,<br />

que añade el narrador sacerdotal, cuando el narrador<br />

J había dado por terminado su relato con las etimologías.<br />

Sentido. El relato gira en torno a Agar. En la primera<br />

escena es manejada por el capricho de otra<br />

mujer, Saray. Pero también es manejado Abram, el<br />

cual muestra ante su mujer la misma culpable docilidad<br />

que Adán ante Eva. En la segunda escena desaparece<br />

Saray y toda la iniciativa es del «Ángel de<br />

Yahvé», que toma a su cargo los destinos de Agar, en<br />

contra de los celos de Saray y de la inhibición de<br />

Abram. Al margen de ellos, el hijo de Agar llevará en<br />

su nombre el presagio de la protección de Dios. Los<br />

ismaelitas pueden gloriarse de descender del tronco<br />

de Abram, aunque sea a través de la esclava egipcia.<br />

El lector, que ha sufrido por la conducta despiadada<br />

de Saray y la pasividad de Abram, se alegra de la<br />

intervención oportuna del Ángel de Yahvé, que salva<br />

a Agar de perecer en el desierto antes de dar a luz.<br />

Lo más sorprendente es que tenemos un relato<br />

de promesa dirigido a una mujer, y no precisamente<br />

a la madre de las promesas, sino a una esclava suya,<br />

que no va a dar a luz al hijo de las promesas. Así, la<br />

sustancia del relato está en la interpretación del<br />

nombre de «Ismael»: «Dios escucha» el clamor del<br />

afligido y oprimido injustamente. Se confirma por la<br />

etimología de Dios: «Tú eres el Dios que me ve»: Agar<br />

siente que Dios tiene todos los sentidos abiertos para<br />

ella. Nos hace recordar Le 1,48: «Porque ha mirado<br />

la humildad de su esclava».<br />

En el conjunto de la historia patriarcal, el episodio<br />

significa un esfuerzo puramente humano, sin<br />

contar con Yahvé, de hacer realidad la promesa de<br />

descendencia que tanto tardaba en cumplirse. La iniciativa<br />

es de Sara, no de Abram. Ocurre algo parecido<br />

en Gn 2-3: el que había recibido la orden de Dios<br />

y se había comprometido era Adán; Eva lo sabía sólo<br />

de referencia. Aquí también era Abram el receptor<br />

directo de las promesas. Saray estaba menos comprometida<br />

y menos segura. Como ella lo había hecho<br />

más que nada por resolver su problema personal, se<br />

volvió atrás por sentimientos personales, y prefirió<br />

que Abram no tuviera ningún hijo, con lo que la promesa<br />

se hacía imposible, a que lo tuviera de la esclava.<br />

Abram, a pesar del deseo de tener hijos, y de la<br />

necesidad de tenerlos para cumplimiento de la promesa,<br />

se mantiene fiel a su esposa estéril. Espera la<br />

solución de Yahvé. En eso es de alabar, ya que no en<br />

haber permitido que su mujer maltratara de ese<br />

modo a su esclava.<br />

Así la tensión del lector de la gran historia se<br />

mantiene, en busca de una solución que venga de<br />

Yahvé y no de invenciones humanas: vendrá en el<br />

cap.18.<br />

Alianza con Abraham y circuncisión (Gnl7)<br />

1<br />

*7 Llegó A_bram a los 99 años, y se le apareció Yahvé y le dijo: «Yo soy El<br />

_£. Sadday, camina en mi presencia y sé perrecto, y yo estableceré mi alianza<br />

entre nosotros dos, y te multiplicaré sobremanera».<br />

3 4<br />

Cayó Abram sobre su rostro, y habló con él Dios de esta manera: «Mira que<br />

mi alianza es contigo: y llegarás a ser padre de una muchedumbre de pueblos. Y en<br />

PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong> <strong>10</strong>9

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