Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

pequeño, como en los casos de Isaac-Ismael, Jacob-
Esaú (Gn 25,23), David y sus hermanos (1 Sm 16,6-
13). Pero en este caso Dios no se comporta con Abel
como con el hijo pequeño preferido: si Abel era el
predilecto, ¿cómo es que lo dejó morir tan joven y
sin dejar descendencia?
Es el texto mismo el que nos sugiere la solución.
Caín ofreció «de los frutos de la tierra»; Abel, «de los
primogénitos del rebaño y de su grosura» (probablemente,
de los animales más gordos). Una de las leyes
más antiguas de Israel prescribía ofrendar a Yahvé
los primogénitos del rebaño y lo mejor de las primicias
de la tierra (Éx 34,19-20.22.26). Abel cumplió
con este precepto; Caín, no. Es la interpretación de
Heb 11,4: «Por la fe, ofreció Abel a Dios un sacrificio
más excelente que Caín» 3 . Así pues, Yahvé apreció
una más delicada religiosidad en Abel que en
Caín.
¿Cómo manifestó Yahvé su aceptación y su
rechazo? Como no lo dice el texto, no hagamos trabajar
a la imaginación, figurándonos que el humo de
una ofrenda subía derecho al cielo y el de la otra se
arrastraba por la superficie de la tierra. O que Dios
hizo prosperar a Abel en sus negocios, y no a Caín.
En estos relatos de la historia primitiva se supone
una presencia habitual de Yahvé en medio de los
hombres. El narrador no creyó necesario explicar
cómo advirtieron que Yahvé hacía caso de un sacrificio
y del otro no.
5b-7. «Y se irritó mucho Caín y se abatió su rostro».
Aparece por primera vez en la historia el fenómeno
de la envidia entre hermanos. El rostro «cae»
por la ira (Jr 3,12). Levantar el rostro significa una
actitud amistosa (Nm 6,26). Así pues, Caín mostraba
su enfado en su rostro decaído. Y Yahvé, que,
como vemos, convive con los hombres, le dice a
Caín: «¿Por qué te has enfadado y por qué ha caído tu
rostro?». Como es normal en estos casos, Caín no
responde. Yahvé, que sabe lo que Caín está pensan-
3 Sab 10,3 califica a Caín de «injusto»; Mt 23,35: «para que
caiga sobre vosotros toda la sangre justa... desde la sangre de
Abel»; 1 Jn 3,12 dice que Caín era del maligno y que mató a su
hermano porque sus obras eran malas y las de su hermano justas.
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do, prosigue; pero sus palabras encierran varias dificultades.
Literalmente dice: «¿No es verdad que, si
obras bien, levantar, y, si no obras bien, el pecado
acostado y su codicia hacia ti? Las dificultades son:
to.
- «Levantar», absolutamente, y sin complemen­
- A «5¿ obras bien, levantar», debería corresponder
lo contrario: «caer».
- En hebreo «pecado» (jatta't) es femenino: no
concuerda ni con «acostado» ni con «codicia de él»
ni con «lo dominarás». Hay que suponer alguna perturbación
en la historia del texto.
- Es extraño el que se diga del pecado que está
acostado (robes), como una fiera en acecho.
- La frase final se puede entender como afirmación:
«Tú le dominarás»; o como mandato: «Tú debes
dominarle»; o como duda: «¿Ytú le podrás dominar?».
LA CONVERSACIÓN ENTRE CAÍN Y
ABEL EN UNA GLOSA RABÍNICA
«Y dijo Caín a su hermano Abel: ven, salgamos nosotros
dos a campo abierto. Y ocurrió que cuando los
dos salieron a campo abierto, respondió Caín y dijo a
Abel: Veo yo que el mundo no fue creado por amor ni
es llevado según el fruto de obras buenas y que hay
acepción de personas en el juicio. ¿Por qué tu ofrenda
ha sido aceptada con benevolencia y mi ofrenda no ha
sido recibida con agrado? Abel respondió diciendo a
Caín: Yo veo que el mundo ha sido creado por amor y
que es dirigido según el fruto de obras buenas y por
cuanto mis obras fueron mejores que las tuyas, mi
ofrenda fue recibida con benevolencia (y) y tu ofrenda
no fue recibida con agrado. Respondió Caín a Abel
diciendo: No existe juicio y no existe juez y no hay otro
mundo; no hay concesión de recompensa para los justos
ni hay castigo de los malvados. Abel replicó a Caín
diciendo: Hay juicio y hay juez y hay otro mundo y hay
concesión de recompensa para los justos ni hay castigo
de los malvados en el mundo venidero. Sobre tal tema
estaban los dos disputando en campo abierto, cuando
se levantó Caín contra su hermano Abel y lo mató».