Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10

18 Lot les dijo: «No, por favor, señor mío. Mira, ya que tu servidor na hallado
gracia a tus ojos, y ha sido grande la gracia que me has hecho de salvarme la vida,
que no puedo escaparme al monte sin riesgo de que me alcance el mal y la muerte.
Mira, por favor, esa ciudad cercana para huir a ella: es una pequenez. Me escaparé,
por favor, allá —¿verdad que es una pequenez?— y salvaré mi vida!». Le dijo:
«Mira, accedo tamhién en ese punto: no arrasaré la ciudad que has dicho. Rápido,
escápate allá, porque no puedo hacer nada hasta que no entres allí». Por eso se llamó
aquella ciudad Soar. El sol salía sobre la tierra cuando Lot entraña en Soar.
4 Y Yahvé hizo llover sohre Sodoma y sohre Gomorra azufre y fuego de parte de
Yahvé desde los cielos. Y arrasó aquellas ciudades, y toda la comarca, y todos los
habitantes de las ciudades y la vegetación del suelo.
Su mujer miró hacia atrás y se volvió estatua de sal.
Se levantó Ahraham de madrugada y fue al lugar donde había estado en presencia
de Yahvé. Miró hacia Sodoma y Gomorra y toda la región de la comarca,
miró, y vio que suhía una humareda de la tierra como la humareda de un horno.
Sucedió, cuando Dios destruyó las ciudades de la comarca, que se acordó Dios
de Ahraham y sacó a Lot de en medio de la catástrofe, cuando arrasó las ciudades
en las que Lot hahitaha.
Es discutida la interpretación general:
a) Para unos, es una narración etiológica, para
explicar el origen de aquel paraje tan extraño como
es el Mar Muerto.
b) Otros creen que en el origen de la narración
está la experiencia de una gran catástrofe de alcance
universal, al estilo de la del diluvio, más propia de
la historia primitiva, que en principio no tenía nada
que ver con el ciclo de Abraham, y que luego fue
remodelada por la etiología del lugar.
A mi entender, el Yahvista, fiel a su mentalidad
etiológica, adapta una narración, que en origen no
era etiológica, a la explicación de la comarca del Mar
Muerto. Pero el sentido de la narración no se agota
con la etiología, ni es ésa su intención principal.
La narración tiene un paralelo cercano en Jue 19.
Allí tenemos: a) un crimen de homosexualidad contra
un huésped; b) un juicio de la comunidad israelita;
c) un castigo por la misma comunidad. En Gn 19:
a) un crimen de homosexualidad contra los huéspe­
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des; b) un juicio de Yahvé; c) un castigo de Dios; d)
la salvación de uno solo.
La coincidencia en a) indica un motivo literario
común: el crimen contra la hospitalidad precisamente
por abusos homosexuales. Pero el diverso desarrollo
posterior en b) y c) y la añadidura de d)
hacen que la idea predominante sea otra: la de la salvación
del justo en una catástrofe que se abate sobre
toda la población pecadora.
El pecado de los sodomitas se opone diametralmente
a la conducta de Lot. En su desenfrenada
pasión homosexual, intentan cometer el máximo
agravio a la hospitalidad. El autor refleja una vez
más la idea israelita sobre la lascivia de los cananeos
(ver 9,22-27). El pecado no puede tener mayores
agravantes: homosexualidad, por la fuerza, y con los
huéspedes. Una de las acciones prohibidas a los
israelitas, que son propias de los cananeos, por las
que éstos fueron expulsados de su tierra, es la homosexualidad
(Lv 18,3.22.24-30). Pero ante todo fue
un agravio a la hospitalidad. Así lo entiende Lot: