Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
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Abraham: «Anda en mi presencia y sé perfecto» (17,1<br />
P). El mismo Abraham dice: «Yahvé, en cuya presencia<br />
he andado» (24,40) (ver 5,22; 6,9: Henoc y<br />
Noé). Caminaban en sus múltiples andanzas siempre<br />
bajo la mirada de Dios, en su compañía, con la rectitud<br />
que exige tal presencia, y con la seguridad que<br />
ofrece. Sin esconderse de él, ni alejarse. Según el<br />
deseo y el designio de Dios, ni se han alejado ni se<br />
han escondido (ver Is 38,3; Sal 56,14; 116,9).<br />
2) «El Dios que ha sido mi pastor desde que existo<br />
hasta el día de hoy». En esta imagen del pastor y<br />
en la siguiente de «goel» reúne Jacob lo que Dios ha<br />
significado para él. Jacob pastor podía sentir como<br />
nadie el contenido de aquella imagen del pastor: los<br />
cuidados que él prodigaba a su rebaño se los había<br />
prodigado a él el Dios de sus padres toda su vida,<br />
como se lo había prometido (28,15). La imagen de<br />
Dios como pastor se aplica primero al pueblo (Sal<br />
28,9; 80,2; Gn 49,24?); sólo después a los individuos<br />
(Sal 23).<br />
3) «El Ángel que me ha redimido de toda desgracia».<br />
Es la primera vez que ocurre en el Génesis el<br />
verbo gaal, «redimir», teniendo como sujeto a Dios,<br />
ya que aquí «Ángel» equivale a Dios, a Dios que se<br />
manifiesta al hombre. En la historia patriarcal hay<br />
pasajes en que «el Ángel de Dios», con esa equivalencia,<br />
es el que socorre al que se encuentra en apuro,<br />
como en 21,7 a Agar y en 22,11 a Abraham e<br />
Isaac. Dios es goel de un individuo suelto en Sal<br />
19,15; Job 19,25; es goel del pueblo en Éx 6,6 (P) y<br />
15,13; luego en el Déutero-Isaías (Is 41,14; 43,14; 44,<br />
6.22.24; 47,4; 48,17; también 59,20 y Jr 50,34). Si un<br />
israelita era sometido a servidumbre, su pariente<br />
más cercano, su «goel», podía y debía «redimirlo»<br />
(Lv 25,25-26; Rut 2,20; 4,3-4). Pero Jacob experimentó<br />
a Dios como su pariente más allegado, que «lo<br />
rescató de toda desgracia».<br />
A ese Dios tres veces invocado le pide que bendiga<br />
a sus dos nietos. Concretando más:<br />
a) «Que se pronuncie sobre ellos mi nombre y el<br />
nombre de mis padres Abraham e Isaac». En 21,12 le<br />
dijo Dios a Abraham: «Por Isaac se llamará tuya una<br />
descendencia». Quiere decir que los descendientes<br />
de Isaac se dirán «hijos de Abraham». Aquí en forma<br />
similar: de Efraím y Manases y de sus descen<br />
294 PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong><br />
dientes se dirá: «hijos de Abraham, Isaac y Jacob».<br />
Estos hijos de José serán continuadores de la historia<br />
de aquellos patriarcas.<br />
2) «Que proliferen (o: «se extiendan»; el verbo se<br />
usa sólo aquí) mucho en medio de la tierra»; sustancialmente<br />
coincide con los textos de promesa de descendencia,<br />
aquí dentro de una bendición; pero la fórmula<br />
usada no se repite en ninguna otra parte.<br />
17-20. Cogemos otra vez el hilo del v. 14. No es<br />
que José suponga que su padre no ve bien. Aunque<br />
tiene que sospechar desde el principio que lo que<br />
hace su padre lo hace a ciencia y conciencia, habla<br />
como si pensara que se ha confundido creyendo que<br />
el primogénito es Efraím. Se presupone que la derecha<br />
es la mano principal, la más fuerte, la más diestra,<br />
la que transmite una más fuerte bendición.<br />
Pero el padre estaba seguro de lo que hacía. Su<br />
bendición de patriarca cercano a la muerte iba a ser<br />
determinante de la historia de Israel. El gesto era tan<br />
expresivo que Jacob no necesita de ninguna larga<br />
explicación. A los dos nietos los ha bendecido; también<br />
Manases se convertirá en un gran pueblo; pero<br />
su hermano será un pueblo mayor que él, y su descendencia<br />
una multitud de pueblos.<br />
De hecho en la historia Efraím se convirtió en tribu<br />
dominante dentro de la «casa de José». Llegó a<br />
ser tan importante que a veces «Efraím» designa a<br />
todo el reino del Norte: Os 9,11.16; <strong>10</strong>,6.11; 11,8-9;<br />
12,1-2.15; 13,1; Jr 31,18.20. La narración hubo de<br />
tener su origen en un tiempo en que Efraím estaba<br />
interesado en legitimar su situación de privilegio. El<br />
predominio de Efraím fue un hecho histórico, en el<br />
que intervinieron factores humanos, seguramente<br />
demasiado humanos. Pero el narrador, cuando cuenta<br />
que ese predominio estaba ya anunciado, y era<br />
efecto de una bendición divina a través del patriarca,<br />
es que ve en los acontecimientos de la historia<br />
humana la mano de Dios.<br />
Una vez más en el Gn el hermano menor es antepuesto<br />
al mayor.<br />
20. Este versículo encierra varias dificultades. El<br />
texto hebreo dice: «En ti bendecirá Israel», lo cual no<br />
casa ni con «les bendijo», ni con «Dios te haga como