Para comprender EL LIBRO DEL GÉNESIS - 10
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llamado con gran voz, y en cuanto ha oído que yo levantaba la voz y llamaha, ha<br />
dejado su vestido a mi lado y ha huido y ha salido amera».<br />
16 Ella depositó el ve stido de él junto a sí, hasta que llegó su señor a su casa, y<br />
ella le hamo en estos términos: «Ha entrado donde mí ese siervo hehreo que tú nos<br />
trajiste, para abusar de mí; pero como yo he levantado la voz y he llamado, él ha<br />
dejado su ropa junto a mí y ha huido amera».<br />
Cuando el señor de José oyó las palabras de su mujer, las palabras que le había<br />
dicho: «Estas son las cosas que ha hecho conmigo tu siervo», se encolerizó. Y el<br />
señor lo prendió a José y lo puso en la cárcel, en el sitio donde estaban los presos del<br />
rey. Allí se quedó en la cárcel.<br />
Pero estuvo Yahvé con José y extendió sobre él su gracia, y le hizo hallar gracia<br />
a los ojos del alcaide de la cárcel. El alcaide de la cárcel puso en manos de José<br />
todos los presos que había en la cárcel; todo lo que se hacía allí, lo mandaba hacer<br />
él. El alcaide de la cárcel no se preocupaba de nada de lo que estaba en manos de<br />
José, ya que Yahvé estaba con él y Yahvé hacía prosperar todo lo que él emprendía.<br />
La historia de José había comenzado desastrosamente:<br />
José, por culpa del odio de sus hermanos,<br />
fue llevado como esclavo a Egipto. Pero la historia<br />
de ese desastre no tiene interés por sí misma, sino<br />
como historia de salvación. La desgracia de José<br />
traerá la salvación de toda la familia. Gracias a su<br />
posición como primer ministro de Egipto y a sus<br />
previsiones de política agraria, Jacob y sus hijos se<br />
salvarán del hambre que asolará a la tierra de<br />
Canaán (caps. 46-47). Pero ¿cómo llegó José a esa<br />
posición? Porque él fue el único que supo interpretar<br />
los sueños del Faraón (cap. 41). Pero ¿por qué fue<br />
consultado acerca de esos sueños? Porque antes<br />
había sabido interpretar con acierto los de dos cortesanos<br />
del Faraón que estaban en la cárcel (cap. 40).<br />
Y ¿cómo es que conoció esos sueños de los cortesanos<br />
que estaban en la cárcel? A esa pregunta responde<br />
nuestro capítulo, explicando cómo y por qué<br />
José fue a parar a la misma cárcel donde estaban<br />
aquellos cortesanos.<br />
Así pues, cualquiera que sea el origen del relato<br />
del cap. 39, es actualmente una pieza imprescindible<br />
en la historia de José. Es una unidad hecha toda de<br />
una pieza, y los partidarios de la distinción de fuen<br />
tes la atribuyen entera a la fuente J, o a la versión-<br />
Judá 1 .<br />
Según este narrador, José debía de tener una gracia<br />
especial para captarse las simpatías de la gente.<br />
Él que había tenido la predilección de su padre, ahora<br />
se gana rápidamente el favor, primero de su amo<br />
y luego del alcaide de la cárcel. Evidentemente, el<br />
autor atribuye ese favor a la asistencia de Yahvé (w.<br />
2-3.21.23), pero también debió de influir el que era<br />
«de bello aspecto y de buena presencia». Demasiado<br />
buena, porque se le antojó a la señora de su amo.<br />
Como producto de esos factores, José pasó en poco<br />
tiempo de esclavo a mayordomo, de mayordomo a<br />
preso, de preso a administrador de la cárcel. Luego<br />
ya no ocurrió nada en mucho tiempo, hasta que sus<br />
compañeros de prisión tuvieron unos sueños (pero<br />
eso es en el capítulo siguiente).<br />
1. Pasando por encima del cap. 38, que ha sido<br />
introducido después, el v. 1 empalma con el cap. 37.<br />
1 Los indicios que avalan esta atribución son: 1) Los que vendieron<br />
a José eran los «ismaelitas» de 37,25-27. 2) A Dios se le da<br />
el nombre de Yahvé (w. 2.3.5.21.23).<br />
PARA COMPRENDER <strong>EL</strong> <strong>LIBRO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>GÉNESIS</strong> 239