LA FASCINACION DEL MAL
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La fascinación del mal: Historia de vida de un Shamán Secoya / 131<br />
mucho yokó. Subí al árbol y lo corté y llevé a la casa para tomar.<br />
Esa noche era noche de luna, estaba acostado en la hamaca,<br />
pensando:<br />
- Por acá han andado bastante los kurakas -<br />
No podía dormir pensando eso, estaba en la hamaca, fumando<br />
tabaco. Y mientras estaba fumando oí que venía una danta, bien fuerte<br />
se oía. Por allí había un camino de danta, siempre andaba por ahí.<br />
Cuando la oí, metí una bala [en la escopeta]. Ya estaba llegando, y se<br />
veía bien - como era noche de luna - y salí afuera y esperé. Ya estaba allí,<br />
se había parado cerquita. Yo veía a la danta y le disparé. No pasó nada,<br />
no corría. Prendí una lámpara y salí para ver: no había nada.<br />
Volví a entrar en el tambo, estaba acostado en la hamaca. Mi<br />
esposa estaba durmiendo. Yo estaba escuchando. Había unos árboles<br />
grandes [cerca de la casa], y allí sonaba: “eh, eh, eh”. Era un watí.Y yo<br />
pensé:<br />
- ¿A qué watí he disparado? -<br />
Cuando ya amanecía cantó el paufil. Preparé yokó y tomé. Y<br />
cuando amaneció fuí a ver dónde había quedado la bala. Pero no la<br />
encontré. Cuando regresé a la casa le dije a mi esposa:<br />
- Voy a buscar a la danta, que está cerca -<br />
Así como a doscientos metros, [la danta] tenía un comedero, y<br />
de un árbol caían unos frutos, bien dulces eran. Eso estaba comiendo<br />
la danta. La danta tenía una cría, estaba acostada ahí mismo. Cuando<br />
me acerqué, la danta levantó y salió corriendo. Yo le decía “Kuí, kuí”;<br />
ésta es la pronunciación para llamar a la danta. Porque la danta dice<br />
así. 26 Cuanto más seguía diciendo así, más se acercaba la danta, y yo me<br />
iba acercando. Era una cría, y la mamá estaba más allá. Le disparé sólo<br />
a la cría, y la [danta] vieja había escapado. [La cría] corrió y fue a quedar<br />
en un esterito pequeño. Cuando llegué aún vivía, disparé otra vez<br />
y la maté. Después de matar a la danta llamé a mi esposa para que<br />
viniera. Era cerquita. Allí [la] descuartizamos, la trajimos al ranchito, la