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LA FASCINACION DEL MAL

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La fascinación del mal: Historia de vida de un Shamán Secoya / 43<br />

Una de las denominaciones para los shamanes del siglo XVIIII<br />

era vinia páin (Anónimo 1753, en Cipolletti 1992: 210). En la palabra<br />

viniá puede reconocerse la actual wiñá, los eternos, los tiernos, que se<br />

utiliza en combinación con el plural wa’i para denominar a los seres<br />

celestes. Cuando hace algunos años conversamos con los secoya palabras<br />

del vocabulario recogido en 1753, les disgustó saber (también a<br />

Fernando) que en el pasado se denominaba vinia pain a los shamanes,<br />

pues consideran que aplicar a un ser humano la denominación de los<br />

seres celestes es casi una blasfemia (op. cit.: 210, 214 ss.). Este cambio<br />

semántico sugiere que en el siglo XVIII los shamanes gozaban de un<br />

prestigio casi divino.<br />

Como hemos mencionado, no es posible investigar ningún tema<br />

de la cultura secoya sin verse enfrentado con esta categoría de plantas<br />

(véanse Lockwood 1979, Luna 1986, Luna y White 2000, Plowman<br />

1977, Schultes 1979), ni prácticamente mantener ninguna conversación<br />

sin que se las mencione. Lo único que varía es el interés y el conocimiento<br />

según la edad, sexo y grado de sabiduría de una persona<br />

(Cipolletti 1986). En este trabajo utilizo la expresión “alucinógenos”<br />

por razones prácticas, pero desde una perspectiva émica es una palabra<br />

infeliz, ya que ellas no provocan imágenes ilusorias o aberrantes, sino<br />

que permiten una entrada en otro mundo, distinto del habitual.<br />

La comprensión sobre sus efectos se ve dificultada sobre todo<br />

por dos motivos: por un lado, porque rara vez se usa una sola planta,<br />

sino a menudo se agregan aditivos o pequeñas cantidades de otras<br />

plantas (McKenna et al. 1986). Además, la sistemática botánica indígena<br />

es más elaborada que la occidental y suele no coincidir con ésta. Los<br />

secoya diferencian por lo menos 6 variedades de Banisteriopsis, que tienen<br />

distinta denominación y propiedades, así como 7 variedades de<br />

Brugmansia-Datura y 4 de Brunfelsia sp. Estas 17 plantas consideradas<br />

distintas por los secoya se reducen, según la clasificación botánica occidental,<br />

a 4 o 5 (ver Vickers y Plowman 1984: 18, 28 s.).<br />

El cosmos y sus habitantes<br />

La concepción del cosmos que sigue a continuación se basa en<br />

las indicaciones de Fernando. Los demás adultos comparten en rasgos

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