LA FASCINACION DEL MAL
LA FASCINACION DEL MAL
LA FASCINACION DEL MAL
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La fascinación del mal: Historia de vida de un Shamán Secoya / 41<br />
autárquicos y la rivalidad existente entre los shamanes de distintos grupos<br />
locales. Esto provocaba temor de ser víctima de “brujerías”<br />
(Jouanen 1943, II: 464), un temor que sigue existiendo hasta ahora y<br />
del cual se hallan numerosos ejemplos en los texto que siguen a continuación.<br />
De ahí que de las veinte misiones fundadas a partir de 1720,<br />
la mayoría de ellas tenía por habitantes a un grupo local, en algunos<br />
casos 40 o 50 personas.<br />
Otro problema que enfrentaban los jesuitas era la inexistencia de<br />
un cacicazgo, lo cual hacía a estos grupos ingobernables, dado que eran<br />
una suma de individuos, por lo cual parte de la tarea jesuítica se concentró<br />
en desarrollar la función de jefatura. De esta época data la denominación<br />
kuraka (del quechua, jefe), para denominar a los shamanes,<br />
quienes eran lo más similar, a los ojos europeos, a “representantes” de<br />
su grupo. La energía invertida por los jesuitas en crear un sistema de<br />
autoridad indígena (que era un cuerpo extraño en las sociedades tucano)<br />
dio frutos en pocos casos y se derrumbó como un castillo de naipes<br />
luego de la expulsión en 1767.<br />
En Ecuador, los grupos se hallaban organizados en clanes patrilineales<br />
y exógamos, cuyas denominaciones son utilizadas en la actualidad<br />
como apellidos adaptados a la pronunciación castellana<br />
(Payaguaje, Piaguaje etc.). La denominación secoya proviene de un<br />
antiguo grupo local asentado en el Perú, los siekoya pái, y ha pasado a<br />
ser una especie de etiqueta para parte de los grupos locales. Estos<br />
aspectos han sido tratado con detenimiento en otro lugar (Cipolletti<br />
1997: 190 ss., 207 ss.; 1999b).<br />
A lo largo de los siglos, estas sociedades sufrieron numerosos<br />
cambios y realizaron adaptaciones a las nuevas condiciones en la<br />
región (por ej. la adopción de la canoa, a mediados del siglo XVIII),<br />
que no es posible tratar aquí. Con mayor detenimiento quiero enumerar<br />
algunos fenómenos de continuidad y cambios en lo que hace a la<br />
función shamánica:<br />
Algunas informaciones a este respecto se encuentran en los<br />
escritos de los autores jesuitas del siglo XVIII. Una obra importante a<br />
este respecto es un vocabulario anónimo de mediados del siglo XVIII<br />
sobre la lengua tucano hablada por los grupos que vivían en las cerca-