17.01.2014 Views

LA FASCINACION DEL MAL

LA FASCINACION DEL MAL

LA FASCINACION DEL MAL

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

176 / María Susana Cipolletti y Fernando Payaguaje<br />

Cuando llegamos a lo del Mauricio, nos dijo:<br />

- Ustedes pueden limpiar el camino - (Esto es lo que he contado ya<br />

antes).<br />

El que había brujeado a mi papá estaba ya pálido, se enfermó. Y<br />

cuando me fui a limpiar el camino, su suegro ya me había dicho:<br />

- Está enfermo -<br />

Cuando terminamos de limpiar el camino, bajé hasta mi casa.<br />

Estuve allí un mes, y luego otra vez el Mauricio me llamó para trabajar.<br />

Vinimos en canoa, con mi hermano. Y ya el kuraka que había hecho<br />

mal [a mi papá] estaba un poco loco. No tenía ya corazón, se le había<br />

perdido: joyó peokë, “corazón perdido”. No tenía sus sentidos, salía así<br />

a andar, y gritaba estando solo. Así vivía todo el tiempo. Y se había<br />

muerto.<br />

El hermano de ese hombre [del asesino de su padre] estaba un<br />

día haciendo una canoa. Ya le estaba poniendo brea [para impermeabilizarla].<br />

Yo estaba a cierta distancia, y los watí han venido. * El mismo,<br />

mi papá [ha venido]. Y ese hombre pisaba siempre en un tronco por<br />

donde había pasado mi papá [ya muerto], y al pisar, en toda la parte del<br />

pie y de la pierna ha sentido un dolor tremendo. El pensó que se había<br />

clavado una espina. Pero no era una espina.<br />

Esa noche empezaron a tomar yajé, y él tenía que cantar, pero no<br />

podía. A cada rato estaba tocándose el pie, y se lo frotaba, porque sentía<br />

mucho dolor.<br />

Mi hermano había ido de visita ahí arriba y mi hermana Matilde<br />

había ido con él. Ya habían terminado de tomar yajé. El hombre sentía<br />

mucho dolor, y le pidió a mi hermana que mirara si tenía alguna espina.<br />

Salió fuera de la casa, se sentó, y Matilde tomó una aguja para buscar<br />

la espina, y al clavarla salió mucho pus [del pie]. Se le había podrido<br />

toda esa parte, clarito se le veían los huesos. Y luego mis hermanos<br />

volvieron a la casa, y mi hermano dijo que quizás el hombre podría<br />

aguantar un día, pero que se iba a morir.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!