LA FASCINACION DEL MAL
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224 / María Susana Cipolletti y Fernando Payaguaje<br />
18 Al nombre de Rutayó se le agrega a menudo la palabra nomió (“mujer”).<br />
Tutututuu es la onomatopeya para viento.<br />
19 Algunos relatos sobre Okomé han sido publicados en Cipolletti 1988a:144 ss.<br />
20 Se refiere al sol real y al segundo sol, que sólo ven los shamanes.<br />
21 Se’eyë significa “no morir” y “cambiar de cuerpo o de piel”<br />
22 ái kámi yái: lit. “grande-cangrejo-jaguar”. Kamí es la denominación del cangrejo<br />
común.<br />
23 “Ballena” y “tiburón” son las palabras utilizadas aquí como traducción del animal<br />
mítico aña pëkë.<br />
24 La planta pertenecía a la mujer muerta, que la había cuidado.<br />
25 La lanza es fabricada de guadúa.<br />
26 Mi pregunta fue si estas habladurías procedían de cuando vivían juntos en San<br />
Pablo con los pobladores del actual Campo Eno (la fisión se realizó alrededor<br />
de 1980).<br />
27 La flechas proceden del sol (ësë) o de wañë, un “segundo sol” que es privativo<br />
del conocimiento shamánico (véase la introducción).<br />
28 Ya que según Fernando existen jaguares en la tierra, en el mundo superior y en<br />
el inframundo, en varias oportunidades - como aquí - pregunté de qué jaguares<br />
se trataba.<br />
29 Poco antes yo había escuchado de su hermana Matilde el relato según el cual<br />
un cangrejo enseñó a una mujer las fórmulas de protección contra los watí<br />
(Cipolletti 1988a:108-110).<br />
30 Quiere decir que para él, las fórmulas (sa’iyë) no actúan espantando a estos<br />
seres, sino que cambian la percepción de éstos, de modo que ven a un ser<br />
humano como un gusano o rodeado de elementos protectores.<br />
31 Es decir, que el daño no lo hacen estos seres de por sí, sino un kuraka por medio<br />
de las flechas que les pertenecen a ellos.<br />
32 Mi pregunta fue si el kuraka que se halla en este estadio del conocimiento tiene<br />
la tentación de hacer daño. Aunque Fernando no lo formuló así expresamente,<br />
esta noción se desprende de sus confidencias.<br />
33 Fernando era muy joven en esa época, de ahí que el viejo shamán no reconociera<br />
sus conocimientos.<br />
34 Se refiere a los pies de cerámica para apoyar la olla en el fogón.<br />
35 Fernando se refiere aquí tanto a los muertos de etnias reales, emparentadas<br />
(coreguaje, siona) como a pueblos míticos del mundo superior.