LA FASCINACION DEL MAL
LA FASCINACION DEL MAL
LA FASCINACION DEL MAL
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
152 / María Susana Cipolletti y Fernando Payaguaje<br />
Si uno toma a cada rato, cada tres días, a veces un poco más, se<br />
llega [a recibir] hasta diez coronas de esas. Si uno toma cada dos semanas,<br />
se llega hasta seis u ocho [coronas], no llega a más. Cada vez que<br />
toma [los wiñáo wái] le ponen su corona.<br />
Cuando uno ya sabe muy bien lo de las visiones, sube hasta el<br />
cielo y ve al sol: se ve como un guacamayo muy rojo. Cuando uno está<br />
en la parte de [donde viven] los nuní pái, ve como una canoa, allí está<br />
el sol. En la punta [proa] de esa canoa del sol hay una barra, y encima<br />
está colgado un espejo como de este tamaño 6 . Eso ve uno, el que está<br />
en visiones, cuando llega a la parte donde está la gente nuní pái.<br />
Cuando uno está en el cielo se ve en las visiones que hacia el oeste hay<br />
dantas, huanganas, sajinos. Eso se ve en visiones, y después, cuando<br />
uno se da vuelta a ver al este, se ve como un espejo que sube para brillar:<br />
ése es Okomé. 7<br />
Cuando uno toma yajé, y quiere llamar a las huanganas, gira la<br />
cabeza para mirar, y ya ve que están viniendo. Uno toma yajé, y coge<br />
una taza, y así anda [por la casa] cantando. Cuando uno canta, sólo responden<br />
los que saben cómo hacerlo. El que sabe más canta, y la demás<br />
gente sólo repite. Se canta [caminando] por toda la casa, y luego, cuando<br />
ya amanece, se deja de cantar y se empieza a hablar, ahí [uno] está<br />
llamando a las huanganas. El resto de la gente está acostada en las<br />
hamacas. Y por debajo de una mesita de pambil, donde se pone el yajé, 8<br />
por ahí abajo anda un puerquito pequeño. La gente que está allí lo ve<br />
con los ojos, no en visión. Lo ven andar, y él imita a una huangana<br />
pequeña. El [kuraka] que está llamando a los puercos, habla de todos<br />
los animales que van a venir del monte, de lo que [los presentes] van a<br />
comer. Y el kuraka se convierte en un puerco, sus dientes se convierten<br />
en dientes de huangana. Y hace el mismo ruido de la huangana cuando<br />
está comiendo frutos.<br />
Cuando entra el puerquito y hace su imitación [de la huangana],<br />
se lo ve bien porque ya es de día, ya aclareció. Y cuando el kuraka se<br />
convierte - yo también me he convertido así - lo que él hace es lo que<br />
hacen los puercos, pero uno mismo no ve nada, porque ya está convertido<br />
en puerco. […] Las mujeres no deben abandonar sus casas mientras<br />
se está tomando yajé, pues si lo hacen, la huangana raspa el suelo