Concepciones del maestro sobre la ética
Concepciones del maestro sobre la ética
Concepciones del maestro sobre la ética
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Concepciones</strong> <strong>del</strong> <strong>maestro</strong> <strong>sobre</strong> <strong>la</strong> <strong>ética</strong><br />
a. Quien se suicida para no sufrir más está disponiendo de su<br />
propia persona como si fuese una cosa, un mero medio (Kant,<br />
1996, p. 189).<br />
b. Quien promete en falso, o vulnera de algún modo los derechos<br />
de otra persona, se está valiendo de el<strong>la</strong> como un mero medio,<br />
pues esa otra persona no puede estar de acuerdo con mi modo<br />
de tratar<strong>la</strong> ni por tanto contener el fin de <strong>la</strong> acción correspondiente<br />
(Kant, 1996, p. 189) 11 .<br />
c. No basta con respetar <strong>la</strong> índole de fin en sí de una persona, sea<br />
esta <strong>la</strong> propia o sea ajena, sino que se ha de fomentar de forma<br />
positiva, desarrol<strong>la</strong>ndo todas mis facultades (Kant, 1996, p.<br />
430) o procurando <strong>la</strong> felicidad de los demás haciendo propios<br />
sus fines (Kant, 1996, p. 191).<br />
¿Qué deriva de este ejercicio?:<br />
a. Es un principio de carácter racional, no tomado de <strong>la</strong> experiencia<br />
y eso lo hace ser universal.<br />
b. Por tanto, no es un fin subjetivo que de forma particu<strong>la</strong>r se<br />
persiga, sino que es un fin objetivo “cuya volición es condición<br />
restrictiva de <strong>la</strong> de cualquier otro” (Kant, 1996, p. 191).<br />
100<br />
Por tanto, <strong>la</strong> falta de consideración hacia los demás o a uno mismo como<br />
fin, es visto por Kant como una falta de virtud u obligación imperfecta.<br />
Obligaciones de este tipo no pueden prescribir un cumplimiento<br />
universal: no podemos ni ayudar a todas <strong>la</strong>s personas necesitadas, ni<br />
desplegar todos los talentos posibles. Sin embargo, no se niega que deba<br />
haber un rechazo a <strong>la</strong> indiferencia de ambos hechos en <strong>la</strong> vida humana.<br />
Rechazar esa indiferencia ya es una muestra, desde <strong>la</strong> concepción kantiana,<br />
de respeto hacia <strong>la</strong> persona y en especial a <strong>la</strong> dignidad humana.<br />
11<br />
En este sentido, el Imperativo Categórico es distinto <strong>del</strong> principio que nos prohíbe<br />
hacer a los demás lo que no querríamos que nos hiciesen, pues este deja fuera los<br />
deberes hacia sí mismo y otros muchos-como el de ser benéfico o el de condenar a un<br />
criminal (Kant, 1996, p. 189).