Concepciones del maestro sobre la ética
Concepciones del maestro sobre la ética
Concepciones del maestro sobre la ética
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
investigación, sino para el debate ético contemporáneo: si el punto<br />
de vista moral sólo surge y se realiza en condiciones comunicativas,<br />
entonces <strong>la</strong> práctica <strong>del</strong>iberativa es el recurso que posibilita el p<strong>la</strong>nteamiento<br />
de un juicio imparcial en el estudio de cuestiones morales 29 .<br />
Referentes teóricos<br />
De <strong>la</strong> discusión sostenida entre Habermas y Kohlberg <strong>sobre</strong> el estadio<br />
6 de <strong>la</strong> conciencia moral, a propósito de su reinterpretación a partir de<br />
los presupuestos de <strong>la</strong> <strong>ética</strong> discursiva, se pueden p<strong>la</strong>ntear <strong>la</strong>s siguientes<br />
conclusiones preliminares:<br />
a) Todos los seres humanos, capaces de comunicarse, son interlocutores<br />
válidos y por tanto, en el diálogo <strong>sobre</strong> <strong>la</strong>s normas que<br />
los afectan, implica tener en cuenta sus intereses, no sólo para<br />
ser reconocidos, sino para que sean defendidos por ellos mismos;<br />
b) Para definir si una norma es correcta o no, ello se da en una<br />
forma dialógica caracterizada por unas reg<strong>la</strong>s específicas que<br />
29<br />
En re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> conclusión anterior, Oraisón afirma: “La introducción <strong>del</strong><br />
principio ético-discursivo en <strong>la</strong> reinterpretación <strong>del</strong> estadio 6, p<strong>la</strong>nteada por Habermas<br />
y Apel, proporciona una propuesta de fundamentación más completa y significativa<br />
<strong>del</strong> criterio de moralidad de este último estadio, en tanto <strong>la</strong> instancia argumentativa<br />
permite transformar <strong>la</strong> reflexión monológica en una práctica real de formación racional<br />
de consenso en el que el reconocimiento intersubjetivo se manifiesta en <strong>la</strong> preocupación<br />
por <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> corresponsabilidad solidaria por el bien <strong>del</strong> otro”( Oraisón, 2009, p.<br />
67). En <strong>la</strong> perspectiva de esta investigación, esta idea se constituye en el presupuesto<br />
para re<strong>la</strong>cionar dialécticamente, <strong>la</strong> <strong>ética</strong> <strong>del</strong> cuidado y <strong>la</strong> <strong>ética</strong> discursiva, pues en este<br />
escenario se podría p<strong>la</strong>ntear el ‘esbozo de una moral <strong>del</strong> reconocimiento’ que quizá<br />
pueda ser profundizado en <strong>la</strong> segunda fase de esta investigación, cuando se indague<br />
<strong>sobre</strong> <strong>la</strong>s concepciones <strong>del</strong> <strong>maestro</strong> <strong>sobre</strong> <strong>la</strong> <strong>ética</strong> y su incidencia en <strong>la</strong> práctica docente.<br />
Lo anterior adquiere sentido cuando Axel Honneth, en <strong>la</strong> perspectiva de una teoría <strong>del</strong><br />
reconocimiento, l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong> atención de hacer consciente <strong>la</strong> posibilidad de una corre<strong>la</strong>ción<br />
entre <strong>la</strong>s teorías de carácter aristotélico y <strong>la</strong>s de carácter kantiano, al afirmar que “en los<br />
últimos años ha vuelto a crecer mucho el conocimiento de <strong>la</strong> complejidad de aquello<br />
que denominamos moral o moralidad. Hoy en día apenas puede convencer <strong>la</strong> simple<br />
alternativa entre una posición kantiana, según <strong>la</strong> cual <strong>la</strong>s rec<strong>la</strong>maciones morales resultan<br />
a partir de <strong>la</strong> perspectiva imparcial de <strong>la</strong> verificación de si nuestros principios de acción<br />
son susceptibles de generalizarse, y una posición aristotélica que afirma que <strong>la</strong>s rec<strong>la</strong>maciones<br />
morales se dan sólo indirectamente como subproductos de una exploración <strong>ética</strong><br />
de <strong>la</strong> vida que consideramos buena; al parecer, ambas partes [por sí so<strong>la</strong>s (el énfasis es<br />
nuestro)] ya no pueden ac<strong>la</strong>rar de manera satisfactoria lo que para nuestro actuar cotidiano<br />
significa orientarse por principios de moral” (Honneth, 2009, p. 307).<br />
145