Concepciones del maestro sobre la ética
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de hacer <strong>la</strong> crítica de <strong>la</strong> motivación <strong>del</strong> obrar con fundamento<br />
en principios universales.<br />
b. La <strong>ética</strong> pública (política) –<strong>la</strong> que rige para todos los miembros<br />
de <strong>la</strong> comunidad– es asimi<strong>la</strong>da a una <strong>ética</strong> de <strong>la</strong>s instituciones,<br />
y <strong>la</strong> moral individual queda circunscrita a <strong>la</strong> privacidad.<br />
c. Para establecer <strong>la</strong> concepción o noción de bien no se debe ape<strong>la</strong>r<br />
a <strong>la</strong> argumentación racional, sino a <strong>la</strong> tradición en <strong>la</strong> cual se ha<br />
constituido <strong>la</strong> sociedad particu<strong>la</strong>r en cuestión.<br />
Referentes teóricos<br />
• El p<strong>la</strong>nteamiento de MacIntyre<br />
Las tesis de MacIntyre expuestas en su libro más importante, Tras <strong>la</strong> virtud,<br />
en correspondencia con <strong>la</strong> crítica neoaristotélica, son introducidas<br />
en el prefacio <strong>del</strong> mismo en los siguientes términos por Victoria Camps:<br />
El diagnóstico que nuestro autor hace de <strong>la</strong> moral de <strong>la</strong>s postrimerías<br />
<strong>del</strong> siglo XX es desalentador: el ethos configurado por <strong>la</strong> modernidad ha<br />
dejado de ser creíble, el proyecto ilustrado ha sido un fracaso, es inútil<br />
proseguir <strong>la</strong> búsqueda de una racionalidad y una moralidad universales,<br />
como pretendió hacer el pensamiento moderno… [El proyecto ilustrado<br />
fracasa], porque sólo produce ideales abstractos, que no se refieren a<br />
ningún escenario concreto y, en consecuencia, no convencen ni mueven<br />
a actuar. Lo que hoy hay que buscar son nuevas formas de comunidad<br />
que configuren determinados mo<strong>del</strong>os de persona y nos permitan hab<strong>la</strong>r<br />
de virtudes, o sea, de <strong>la</strong> excelencia que entrañan tales mo<strong>del</strong>os<br />
(Camps en MacIntyre, 2001, pp. 6-7).<br />
63<br />
Esta presentación exhibe el aspecto central de <strong>la</strong> crítica <strong>del</strong> neoaristotelismo<br />
a <strong>la</strong> teoría <strong>ética</strong> moderna, acentuada por MacIntyre por su consideración<br />
de que se trata de un fracaso debido a <strong>la</strong> pretensión de universalidad<br />
de una moral basada en <strong>la</strong> razón, y por su empeño en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de<br />
una filosofía moral con desarraigo de circunstancias histórico-sociales.<br />
Por consiguiente, <strong>la</strong> filosofía moral, <strong>la</strong> <strong>ética</strong>, no puede ser una disciplina<br />
separada de los aportes que en el terreno de los estudios sociales ofrecen<br />
<strong>la</strong> historia, <strong>la</strong> sociología y <strong>la</strong> antropología (MacIntyre, 2001, pp. 13-18),<br />
luego, no se puede seguir hab<strong>la</strong>ndo de <strong>la</strong> <strong>ética</strong>, sino de <strong>ética</strong>s, inscritas