Concepciones del maestro sobre la ética
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de lenguaje y acción, <strong>sobre</strong> el trasfondo de un mundo de <strong>la</strong> vida común,<br />
se entienden entre sí <strong>sobre</strong> algo en el mundo” (Habermas, 1990, p. 53).<br />
Referentes teóricos<br />
Tematizar y comprender lo racional en Habermas implica analizar <strong>la</strong> interacción<br />
entre actores sociales que han dejado de vincu<strong>la</strong>rse a través de<br />
mecanismos netamente estratégicos y asumen el potencial <strong>del</strong> lenguaje<br />
como <strong>la</strong> forma adecuada para establecer vínculos y coordinar acción.<br />
Este cambio de perspectiva se p<strong>la</strong>ntea a partir de dos preguntas programáticas<br />
que han seña<strong>la</strong>do <strong>la</strong> ruta que ha permitido trazar el paso de <strong>la</strong><br />
subjetividad individual a <strong>la</strong> subjetividad intersubjetiva: (1) ¿cómo <strong>del</strong><br />
encuentro de <strong>la</strong>s perspectivas egoístas de individuos que actúan enderezándose<br />
a <strong>la</strong> realización de su propio interés particu<strong>la</strong>r puede surgir un<br />
orden que lleve a los actores individuales a tener en cuenta los intereses<br />
de los demás? (Cf. Habermas, 1998, p. 426). (2) ¿cómo puede quedar<br />
constituido un mundo intersubjetivo, en que cada subjetividad pueda<br />
salir al encuentro de los otros en calidad de sujeto, y no como mero poder<br />
objetivante? (Cf. Habermas, 1990, p. 52).<br />
La premisa que orienta el tratamiento de estas preguntas y, a su vez, el<br />
elemento constitutivo de <strong>la</strong> <strong>ética</strong> discursiva, es <strong>la</strong> siguiente: si el mundo<br />
está hecho de pa<strong>la</strong>bras, en particu<strong>la</strong>r el mundo de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones humanas,<br />
entonces no sólo se propone un giro lingüístico, sino que también<br />
se p<strong>la</strong>ntea otro en sentido pragmático.<br />
El giro lingüístico evidencia que el lenguaje es una estructura <strong>sobre</strong> <strong>la</strong><br />
cual se hace viable <strong>la</strong> construcción intersubjetiva <strong>del</strong> mundo. En <strong>la</strong> racionalidad<br />
monológica se parte de estructuras trascendentales inherentes<br />
a los sujetos, <strong>la</strong>s cuales permitían explicar y fundar el mundo como<br />
totalidad. En cambio el lenguaje constituye una novedosa concepción<br />
<strong>del</strong> mundo gracias a su carácter intersubjetivamente compartido.<br />
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hoy se tornan cada vez más visibles, mediante <strong>la</strong> hipótesis de que los ámbitos de acción<br />
comunicativamente estructurados quedan sometidos a los imperativos de sistemas de<br />
acción organizados formalmente que se han vuelto autónomos. Es decir, que <strong>la</strong> teoría de<br />
<strong>la</strong> acción comunicativa nos permite una categorización <strong>del</strong> plexo de <strong>la</strong> vida social, con<br />
<strong>la</strong> que se puede dar razón de <strong>la</strong>s paradojas de <strong>la</strong> modernidad (Habermas, 1987, p. 10).