10.07.2015 Views

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Él se queda petrificado y todo su cuerpo se tensa contra el mío.—Todavía no… —dice con la voz llena de aprensión.—¡No! ¡Todavía no!Se relaja.—Veo que estamos de acuerdo en eso, señora Grey.—Pero quieres tener hijos, ¿no?—Sí, claro. En algún momento. Pero todavía no estoy preparado para compartirte. —Vuelve a besarme enel cuello.Oh… ¿compartirme?—¿Qué estás preparando? Tiene buena pinta. —Me besa detrás de la oreja y veo que tiene intención dedistraerme. Un cosquilleo delicioso me recorre la espalda.—Bocadillos. —Le sonrío.Él sonríe contra mi cuello y me muerde el lóbulo de la oreja.—Mmm… Mis favoritos.Le propino un ligero codazo.—Señora Grey, acaba de herirme —dice agarrándose el costado como si le doliera.—Estás hecho de mantequilla… —le digo de broma.—¿De mantequilla? —dice incrédulo. Me da un azote en el culo que me hace chillar—. Date prisa con micomida, mujer. Y después ya te enseñaré yo si estoy hecho de mantequilla o no. —Me da otro azote juguetóny se acerca al frigorífico—. ¿Quieres una copa de vino? —me pregunta.—Sí, por favor.Christian extiende los planos sobre la barra para el desayuno. La verdad es que Gia ha tenido unas ideasgeniales.—Me encanta su propuesta de hacer toda la pared del piso de abajo de cristal, pero…—¿Pero? —pregunta Christian.Suspiro.—Es que no quiero quitarle toda la personalidad a la casa.—¿Personalidad?—Sí. Lo que Gia propone es muy radical pero… bueno… Yo me enamoré de la casa como está… contodas sus imperfecciones.Christian arruga la frente como si eso fuera un anatema para él.—Me gusta como está —susurro. ¿Se va a enfadar por eso?Me mira fijamente.—Quiero que la casa sea como tú desees. Lo que tú desees. Es tuya.—Pero yo también quiero que te guste a ti. Que también seas feliz en ella.—Yo seré feliz donde tú estés. Es así de simple, Ana. —Me sostiene la mirada. Está siendo absolutamentesincero. Parpadeo a la vez que el corazón se me llena de amor. Dios, cuánto me quiere.—Bueno —continúo tragando saliva para intentar aliviar el nudo de emoción que siento en la garganta—,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!