10.07.2015 Views

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

nieve; parece un paisaje montañoso sacado de un dibujo infantil.Estamos en lo que en invierno es el patio de recreo de los ricos y famosos. Y yo tengo una casa aquí. Casino me lo puedo creer. Y de repente resurge en lo más profundo de mi mente esa incomodidad familiar queaparece siempre que intento acostumbrarme a lo rico que es Christian y que me provoca dudas y me hacesentir culpable. ¿Qué he hecho yo para merecer este estilo de vida? Yo no he hecho nada, aparte deenamorarme.—¿Has estado alguna vez en Aspen, Ana? —me pregunta Ethan girándose, y eso interrumpe mispensamientos.—No, es la primera vez. ¿Y tú?—Kate y yo veníamos a menudo cuando éramos adolescentes. A papá le gusta mucho esquiar, pero amamá no tanto.—Yo espero que mi marido me enseñe a esquiar —digo mirándole.—No pongas muchas esperanzas en ello —dice Christian entre dientes.—¡No soy tan patosa!—Podrías caerte y partirte el cuello. —Su sonrisa ha desaparecido.Oh. No quiero discutir ni estropearle el buen humor, así que cambio de tema.—¿Desde cuándo tienes esta casa?—Desde hace unos dos años. Y ahora es suya también, señora Grey —me dice en voz baja.—Lo sé —le respondo. Pero no estoy muy convencida de mis palabras. Me acerco y le doy un beso en lamandíbula y me recuesto a su lado escuchándole reírse y bromear con Ethan y con Elliot. Mia participa en laconversación a veces, pero Kate está muy callada y me pregunto si estará rumiando la información sobre JackHyde o si será por alguna otra cosa. Entonces lo recuerdo. Aspen… La casa de Christian la rediseñó GiaMatteo y la reconstruyó Elliot. Me pregunto si eso será lo que tiene a Kate preocupada. No puedo preguntarledelante de Elliot, dada su historia con Gia. Pero ¿conocerá Kate la relación de Gia con esta casa? Frunzo elceño, todavía sin saber qué le pasa, y decido que ya lo averiguaré cuando estemos solas.Cruzamos el centro de Aspen y mi humor mejora cuando veo la ciudad. Los edificios son bajos y casitodos son de ladrillo rojo, como casitas de estilo suizo, y hay muchas casas de principios del siglo XX pintadasde colores alegres. También se ven muchos bancos y tiendas de diseñadores, lo que da una idea del poderadquisitivo de la gente que vive allí. Christian encaja perfectamente en este ambiente.—¿Y por qué Aspen? —le pregunto.—¿Qué? —me mira extrañado.—¿Por qué decidiste comprar una casa aquí?—Mi madre y mi padre nos traían aquí cuando éramos pequeños. Aprendí a esquiar aquí y me gustaba.Espero que también te guste a ti… Si no te gusta, vendemos la casa y compramos otra en otro sitio.¡Tan fácil como eso!Me coloca un mechón de pelo suelto detrás de la oreja.—Estás preciosa hoy —me susurra.Me sonrojo. Solo llevo ropa típica de viaje: vaqueros y una camiseta con una chaqueta cómoda azulmarino. Demonios… ¿por qué me hace sentir tímida?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!