10.07.2015 Views

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Me guiña un ojo.—Taylor te ha traído ropa limpia. Te ayudaré a vestirte.Como me ha dicho Christian, Ray está furioso. Creo que no le he visto nunca así de enfadado. Christian hadecidido, sabiamente, dejarnos solos. Aunque normalmente es un hombre taciturno, hoy Ray llena lahabitación del hospital con su discurso, regañándome por mi conducta irresponsable. Vuelvo a tener doceaños.Oh, papá, por favor, cálmate. Tu tensión no está para estas cosas…—Y he tenido que vérmelas con tu madre —gruñe agitando ambas manos, irritado.—Papá, lo siento.—¡Y el pobre Christian! Nunca le había visto así. Ha envejecido. Los dos hemos envejecido unos cuantosaños en los últimos dos días.—Ray, lo siento.—Tu madre está esperando que la llames —dice en un tono más moderado.Le doy un beso en la mejilla y por fin abandona su diatriba.—La llamaré. De verdad que lo siento. Pero gracias por enseñarme a disparar.Durante un momento me mira con un orgullo paterno que no puede ocultar.—Me alegro de que sepas disparar al blanco —dice con voz áspera—. Vete a casa y descansa.—Te veo bien, papá. —Intento cambiar de tema.—Tú estás pálida. —De repente su miedo es evidente. Su mirada es igual que la de Christian anoche. Lecojo la mano.—Estoy bien. Y prometo no volver a hacer nada parecido nunca más.Me aprieta la mano y me atrae hacia él para darme un abrazo.—Si te pasara algo… —susurra con la voz baja y ronca. Se le llenan los ojos de lágrimas. No estoyacostumbrada a las demostraciones de emoción por parte de mi padre.—Papá, estoy bien. Nada que no pueda curar una ducha caliente.Salimos por la puerta de atrás del hospital para evitar a los paparazzi que están en la entrada. Taylor nos llevahasta el todoterreno que nos espera.Christian está muy callado mientras Sawyer nos lleva a casa. Yo evito la mirada de Sawyer por el retrovisor,avergonzada porque la última vez que lo vi fue cuando le di esquinazo en el banco. Llamo a mi madre, quellora y llora. Necesito casi todo el viaje hasta casa para calmarla, pero al fin lo consigo prometiéndole que iréa verla pronto. Durante toda la conversación con ella Christian me coge de la mano y me acaricia los nudilloscon el pulgar. Está nervioso… Ha sucedido algo.—¿Qué ocurre? —le pregunto cuando consigo librarme de mi madre.—Welch quiere verme.—¿Welch? ¿Por qué?—Ha encontrado algo sobre ese cabrón de Hyde. —Los labios de Christian se crispan y un destello de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!