10.07.2015 Views

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Suspira profundamente, como si llevara aguantando toda su tensión durante un millón de horas, y se pasala mano por el pelo. Está guapísimo. Furioso, pero guapísimo. Absorbo todos sus detalles. ¡Christian havuelto! Furioso, pero entero.—Creo que el detective Clark quiere hablar contigo.—Seguro que sí.—Christian, por favor…—¿Por favor qué?—No seas tan frío.Vuelve a elevar las cejas por la sorpresa.—Anastasia, frío no es lo que siento ahora mismo. Me estoy consumiendo. Consumiéndome de rabia. Nosé cómo gestionar estos…—agita la mano en el aire, buscando la palabra— sentimientos. —Su tono esamargo.Oh, mierda. Su sinceridad me desarma. Lo único que yo quiero hacer es acurrucarme en su regazo, es todolo que he querido hacer desde anoche. Qué diablos… Me acerco, cogiéndole por sorpresa y me acomodotorpemente en su regazo. No me aparta, que es lo que temía. Después de un segundo me rodea con los brazosy entierra la nariz en mi pelo. Huele a whisky. ¿Cuánto habrá bebido? También huele a jabón. Y a Christian.Le rodeo el cuello con los brazos y le acaricio la garganta con la nariz y él vuelve a suspirar, esta vez másprofundamente.—Oh, señora Grey, qué voy a hacer con usted… —Me besa en el pelo. Cierro los ojos y saboreo sucontacto.—¿Cuánto has bebido?Se pone tenso.—¿Por qué?—Porque normalmente no bebes licores fuertes.—Es mi segunda copa. He tenido una noche dura, Anastasia. Dame un respiro, ¿vale?Le sonrío.—Si insiste, señor Grey. —Aspiro el aroma de su cuello—. Hueles divinamente. He dormido en tu lado dela cama porque tu almohada huele a ti.Me acaricia el pelo con la nariz.—¿Por eso lo has hecho? Me estaba preguntando por qué estabas en mi lado. Sigo furioso contigo, porcierto.—Lo sé.Me acaricia rítmicamente la espalda con la mano.—Y yo también estoy furiosa contigo —le susurro.Él se detiene.—¿Y qué he podido hacer yo para merecer tu ira?—Ya te lo diré luego, cuando deje de consumirte la rabia —le digo dándole un beso en la garganta. Cierralos ojos y me deja besarle, pero no hace ningún movimiento para devolverme el beso. Me abraza más fuerte,apretándome.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!