10.07.2015 Views

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—He despedido a cinco personas por eso, Ana. No volverá a pasar.—¿A cinco?Asiente con expresión seria. Vaya…—Eso me recuerda algo… He encontrado un arma en tu escritorio.Frunce el ceño ante la falta de lógica de mi asociación y probablemente por mi tono acusatorio, aunque noera esa mi intención.—Es de Leila —me dice por fin.—Está cargada.—¿Cómo lo sabes? —Su ceño se hace más pronunciado.—Lo comprobé ayer.—No quiero que tengas nada que ver con armas —me regaña—. Espero que volvieras a ponerle el seguro.Parpadeo, momentáneamente estupefacta.—Christian, ese revolver no tiene seguro. ¿Sabes algo de armas?Christian abre mucho los ojos.—Eh… no.Taylor tose discretamente desde la entrada. Christian asiente.—Tenemos que irnos —dice Christian. Se levanta distraído y después se pone la chaqueta. Le sigo endirección al pasillo.Tiene el arma de Leila. Estoy desconcertada por esa información y me pregunto qué le habrá pasado a ella.¿Seguirá en… dónde era? ¿East algo? ¿New Hampshire? No me acuerdo.—Buenos días, Taylor —saluda Christian.—Buenos días señor Grey. Señora Grey. —Nos saluda con la cabeza a ambos, pero procura no mirarme alos ojos. Se lo agradezco, al recordar lo poco vestida que iba anoche cuando me lo encontré.—Voy a lavarme los dientes —les digo. Christian siempre se lava los dientes antes de desayunar, nocomprendo por qué…—Deberías pedirle a Taylor que te enseñe a disparar —le sugiero a Christian mientras bajamos en elascensor. Christian me mira divertido.—¿Tú crees? —me dice cortante.—Sí.—Anastasia, odio las armas. Mi madre ha tenido que coser a demasiadas víctimas de armas de fuego y mipadre está totalmente en contra de las armas. Yo he crecido con esos valores. He apoyado al menos dosiniciativas para el control de armas en Washington.—Oh, ¿y Taylor lleva un arma?Christian aprieta los labios.—A veces.—¿No lo apruebas? —le pregunto al salir del ascensor.—No —dice con los labios apretados—. Digamos que Taylor y yo tenemos diferentes puntos de vista enlo que respecta al control de armas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!