10.07.2015 Views

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Claro. Me gustaría que hubieras comido algo. Apenas has tocado la comida.—Christian, por favor. No tengo hambre. Tal vez después de ver a Ray. Quiero darle las buenas noches.Cuando llegamos a la UCI nos encontramos con José que se va. Está solo.—Hola, Ana. Hola, Christian.—¿Dónde está tu padre?—Se encontraba demasiado cansado para volver. Ha tenido un accidente de coche esta mañana. —Josésonríe preocupado—. Y los analgésicos le han dejado KO. No podía levantarse. He tenido que pelearme conlas enfermeras para poder ver a Ray porque no soy pariente.—¿Y? —le pregunto ansiosa.—Está bien, Ana. Igual… pero todo bien.El alivio inunda mi sistema. Que no haya noticias significa buenas noticias.—¿Te veo mañana, cumpleañera?—Claro. Estaremos aquí.José le lanza una mirada a Christian y después me da un abrazo breve.—Mañana.—Buenas noches, José.—Adiós, José —dice Christian. José se despide con un gesto de la cabeza y se va por el pasillo—. Sigueloco por ti —me dice Christian en voz baja.—No, claro que no. Y aunque lo estuviera… —Me encojo de hombros porque ahora mismo no meimporta.Christian me dedica una sonrisa tensa y se me derrite el corazón.—Bien hecho —le digo.Frunce el ceño.—Por no echar espuma por la boca.Me mira con la boca abierta, herido pero también divertido.—Yo no echo espuma por la boca… Vamos a ver a tu padre. Tengo una sorpresa para ti.—¿Una sorpresa? —Abro mucho los ojos, alarmada.—Ven. —Christian me coge la mano y empujamos para abrir las puertas de la UCI.De pie junto a la cama de Ray está Grace, enfrascada en una conversación con Crowe y otra doctora, unamujer que no había visto antes. Al vernos Grace sonríe.Oh, gracias a Dios.—Christian —le saluda y le da un beso en la mejilla. Después se vuelve hacia mí y me da un abrazocariñoso.—Ana, ¿cómo lo llevas?—Yo estoy bien. Es mi padre el que me preocupa.—Está en buenas manos. La doctora Sluder es una experta en su campo. Nos formamos juntas en Yale.Oh…—Señora Grey —me saluda formalmente la doctora Sluder. Tiene el pelo corto y es menuda y delicada,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!