10.07.2015 Views

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Si no quieres conducir, ¿qué haces en el garaje? —me pregunta Elliot intrigado.—He venido a buscar leña para el fuego.—Oh, ahí estás… ¡Elliot! Ya has vuelto. —Kate nos interrumpe.—Hola, cariño —la saluda con una amplia sonrisa.—¿Has pescado algo?Me quedo pendiente de la reacción de Elliot.—No. Tenía que hacer unas cosas en la ciudad. —Y durante un breve momento veo un destello deinseguridad en su cara.Oh, mierda.—He salido a ver qué había entretenido a Ana. —Kate nos mira confusa.—Estábamos tomando el aire —dice Elliot y se ven saltar chispas entre ellos.Todos nos giramos al oír un coche aparcando fuera. ¡Oh! Christian ha vuelto. Gracias a Dios. Elmecanismo que abre la puerta del garaje se pone en funcionamiento con un chirrido que nos sobresalta atodos y la puerta se levanta lentamente para revelar a Christian y a Ethan descargando una camioneta negra.Christian se queda parado cuando nos ve a todos allí de pie en el garaje.—¿Vais a montar un grupo y estáis ensayando en el garaje para dar un concierto? —pregunta burlóncuando entra directo hacia donde estoy yo.Le sonrío. Me siento aliviada de verle. Debajo del cortavientos lleva el mono que le vendí yo cuandotrabajaba en Clayton’s.—Hola —me dice mirándome inquisitivamente e ignorando a Kate y a Elliot.—Hola. Me gusta tu mono.—Tiene muchos bolsillos. Es muy útil para pescar —me dice con voz baja y sugerente, solo para misoídos, y cuando me mira su expresión es seductora.Me ruborizo y él me sonríe con una sonrisa de oreja a oreja toda para mí.—Estás mojado —murmuro.—Estaba lloviendo. ¿Qué estáis haciendo todos aquí en el garaje? —Al fin habla teniendo en cuenta queno estamos solo.—Ana ha venido a por leña —dice Elliot arqueando una ceja. No sé cómo pero ha conseguido que esosuene como algo indecente—. Yo he intentado tentarla para que monte. —Es un maestro de los doblessentidos.A Christian le cambia la cara y a mí se me para el corazón.—Me ha dicho que no, que a ti no te iba a gustar —responde Elliot amablemente y sin segundas.Christian me mira con sus ojos grises.—¿Eso ha dicho? —pregunta.—Vamos a ver, me parece bien que nos dediquemos a hablar de lo que Ana ha hecho o no ha hecho, pero¿podemos hacerlo dentro? —interviene Kate. Se agacha, coge dos troncos y se gira para encaminarse a lapuerta. Oh, mierda. Kate está enfadada, pero sé que no es conmigo.Elliot suspira y, sin decir una palabra, la sigue. Yo me quedo mirándolos, pero Christian me distrae.—¿Sabes llevar moto? —me pregunta incrédulo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!