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tercer libro Cincuenta sombras liberadas

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Observo mientras oigo las animadas conversaciones que se están produciendo alrededor de la mesa de lacena. Es raro verme aquí, arropada por el núcleo de mi familia, sabiendo que el hombre que considero mipadre se encuentra con una máquina de ventilación asistida en el frío ambiente clínico de la UCI. No sé cómolo han hecho, pero me alegro de que estén todos aquí. Contemplo el intercambio de insultos entre Elliot yChristian, el humor cálido y siempre a la que salta de José, el entusiasmo de Mia por la fiesta y por la comidamientras Ethan la mira con picardía. Creo que ella le gusta… pero es difícil decirlo. El señor Rodríguez estásentado disfrutando de las conversaciones. Tiene mejor aspecto. Ha descansado. José está muy pendiente deél, cortándole la comida y manteniéndole la copa llena. Que el único progenitor que le queda haya estado tancerca de la muerte ha hecho que José aprecie más al señor Rodríguez, estoy convencida.Miro a mi madre. Está en su elemento, encantadora, divertida y cariñosa. La quiero mucho. Tengo queacordarme de decírselo. La vida es tan preciosa… ahora me doy cuenta.—¿Estás bien? —me pregunta Kate con una voz suave muy poco propia de ella.Asiento y le cojo la mano.—Sí. Gracias por venir.—¿Crees que tu marido el millonario iba a evitar que yo estuviera aquí contigo en tu cumpleaños? ¡Hemosvenido en el helicóptero! —Sonríe.—¿De verdad?—Sí. Todos. Y pensar que Christian sabe pilotarlo… Es sexy.—Sí, a mí también me lo parece.Sonreímos.—¿Te quedas aquí esta noche? —le pregunto.—Sí. Todos. ¿No sabías nada de esto?Niego con la cabeza.—Qué astuto, ¿eh?Asiento.—¿Qué te ha regalado por tu cumpleaños?—Esto —digo mostrándole la pulsera.—¡Oh, qué bonita!—Sí.—Londres, París… ¿Helado?—No lo quieras saber.—Me lo puedo imaginar.Nos reímos y me sonrojo recordando la marca de helado: Ben&Jerry. Ahora será Ben&Jerry&Ana…—Oh, y un Audi R8.Kate escupe el vino, que le cae de una forma muy poco atractiva por la barbilla, lo que nos hacer reír más alas dos.—Se ha superado el cabrón, ¿no? —ríe.

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