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tercer libro Cincuenta sombras liberadas

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Hago un gesto de dolor.—Solo es una contusión, no hay fisura ni rotura. Ha tenido mucha suerte, señora Grey.Frunzo el ceño. ¿Suerte? No es precisamente la palabra que utilizaría yo. Christian también la mirafijamente. Mueve los labios para decirme algo, creo que es «loca», pero no estoy segura.—Le voy a recetar unos analgésicos. Los necesitará para las costillas y para el dolor de cabeza que seguroque tiene. Pero todo parece estar bien, señora Grey. Le sugiero que duerma un poco. Veremos cómo seencuentra por la mañana; si está bien puede que la dejemos irse a casa ya. Mi colega, la doctora Singh, seráquien le atienda por la mañana.—Gracias.Se oye un golpecito en la puerta y entra Taylor con una caja de cartón negra que pone «FairmontOlympic» en letras de color crema en un lateral.Madre mía.—¿Comida? —pregunta la doctora Bartley, sorprendida.—La señora Grey tiene hambre —dice Christian—. Es sopa de pollo.La doctora Bartley sonríe.—La sopa está bien, pero solo caldo. Nada pesado. —Nos mira a los dos y después sale de la habitacióncon la enfermera Nora.Christian me acerca una bandeja con ruedas y Taylor deposita en ella la caja.—Bienvenida de vuelta, señora Grey.—Hola, Taylor. Gracias.—De nada, señora. —Creo que quiere decir algo más, pero al final se contiene.Christian ha abierto la caja y está sacando un termo, un cuenco de sopa, un platillo, una servilleta de tela,una cuchara sopera, una cestita con panecillos, salero y pimentero… El Fairmont Olympic se ha esmerado.—Es genial, Taylor. —Mi estómago ruge. Estoy muerta de hambre.—¿Algo más, señor? —pregunta.—No, gracias —dice Christian, despidiéndole con un gesto de la mano.Taylor asiente.—Taylor, gracias.—¿Quiere alguna otra cosa, señora Grey?Miro a Christian.—Ropa limpia para Christian.Taylor sonríe.—Sí, señora.Christian mira perplejo su camisa.—¿Desde cuándo llevas esa camisa? —le pregunto.—Desde el jueves por la mañana.Me dedica una media sonrisa.Taylor sale.—Taylor también estaba muy cabreado contigo —añade Christian enfurruñado, desenroscando la tapa del

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