10.07.2015 Views

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

tercer libro Cincuenta sombras liberadas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

acabó.—No siento lástima —le aclaro consternada—. Es compasión y dolor. Dolor de que alguien haya podidohacerle eso a un niño. —Inspiro hondo porque noto que me da un vuelco el estómago y que vuelven allenárseme los ojos de lágrimas—. Y esa parte de tu vida sí que está, Christian, ¿cómo puedes decir eso?Vives con tu pasado todos los días. Tú mismo me lo has dicho, las cincuenta <strong>sombras</strong> más, ¿recuerdas? —ledigo con voz apenas audible.Christian ríe burlón y se pasa la mano libre por el pelo, pero sigue en silencio y tenso debajo de mí.—Sé que por eso necesitas controlarme. Mantenerme segura.—Pero tú eliges desafiarme —dice frustrado y su mano para de acariciarme el pelo.Frunzo el ceño. Demonios… ¿lo estará haciendo deliberadamente? Mi subconsciente se quita las gafas ymuerde una patilla. Después frunce los labios y asiente. La ignoro. Qué confuso es todo: soy su mujer, no susumisa. Tampoco soy como una empresa que ha comprado. No soy la puta adicta al crack que fue sumadre… Joder. Solo de pensarlo me pongo enferma. Recuerdo las palabras del doctor Flynn: «Limítate aseguir haciendo lo que estás haciendo, Christian está perdidamente enamorado. Es una delicia verlo».Y eso es lo que hago. Estoy haciendo lo que he hecho siempre. ¿No es eso lo que le gustó de mí en unprimer momento?Oh, este hombre es tan confuso…—El doctor Flynn me dijo que debía darte el beneficio de la duda. Y creo que lo he hecho, aunque noestoy segura. Tal vez es mi manera de traerte al aquí y al ahora, de mantener las distancias con tu pasado —lesusurro—. No lo sé. Pero parece que no puedo calibrar si vas a reaccionar exageradamente y cuánto.Se queda callado un momento.—Joder con Flynn —dice para sí.—Me dijo que debía seguir comportándome de la misma forma que siempre contigo.—¿Eso te dijo? —pregunta Christian con sequedad.Vale, ahí vamos.—Christian, sé que querías a tu madre y no pudiste salvarla. Pero eso no era responsabilidad tuya. Y yo nosoy tu madre.Él se pone tenso otra vez.—No sigas por ahí —me advierte.—No, escúchame, por favor. —Levanto la cabeza para mirarle a los ojos llenos de miedo. Estáconteniendo la respiración. Oh, Christian… Se me encoge el corazón—. Yo no soy ella. Soy más fuerte queella. Y te tengo a ti, que eres mucho más fuerte ahora, y sé que me quieres. Y yo también te quiero —lesusurro.Arruga la frente porque no son las palabras que esperaba.—¿Todavía me quieres? —me pregunta.—Claro que te quiero. Christian, te querré siempre. No importa lo que me hagas. —¿Es esta seguridad loque quiere oír?Deja escapar el aire y cierra los ojos, tapándose la cara con el brazo de nuevo y abrazándome más fuerte.—No te escondas de mí. —Levanto la mano y le cojo la suya. Después tiro para que aparte el brazo de su

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!