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u~iyfrsjdad compjjute1~se be madrid 11 - Biblioteca Complutense

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4 ‘5está también en juego la misma validez del sistema, de modoque determinadas disputationes obligatorias pretenden lograrla descalificación del Tratado De Obligationibus propuestopor el contrario.45 No olvidemos que la disputatio, campodonde fundamentalmente se desarrolla el ejercicio de Obliga—¿iones, tenía como finalidad primera e inmediata el adiestramientodel candidato para poder superar las pruebas deexamen y, sobre todo, para conseguir dotarle de cierta habilidaden el manejo de la dialéctica.1.2.2. Definición de ObligatioEste mismo proceso descrito anteriormente se puede verya contenido in nuce en las diversas definiciones de obliga—tio que nos transmiten autores clásicos de este tratado. Lasdescripciones son similares, pero contienen leves diferencias,que van a marcar posteriormente el diverso tratamientoque se hace de este ejercicio lógico. Exponemos algunas definicionespor orden cronológico.45 Una descripción rápida y fiel de este iter de las Obligationes sepuede encontrar en Green, 1?. An Introduction..., 1, pp.16—17. Tambiénen Scheppers, fi. Ars Obligatoria... , col. 1068, también enStump, E. Obligations... , p. 319, asi como en Angelelli, 1. Ti<strong>be</strong>tecibniques..., p. 803. A. d’Ors, tratando de matizar la finalidaddel tratado De Obligationibus, que no sólo implica al respondens,sino que también incluye a los teóricos intérpretes de estos textos,escri<strong>be</strong> lo siguiente: No sólo el respondens está sometido ala prueba del arte de las obligaciones, sino que también están sometidosa ella los intérpretes, contemporáneos o medievales, de laDoctrina de las Obligaciones, y no sólo caen en las ¿rampas que eloponens les tiende algunos respondentes, sino que también algunosintérpretes, Fland y Spade entre ellos, caen en las trampas tendidaspor algunos de los muy sutiles lógicos medievales. Un primersigno de tal confusión, en el que muy comzinmente se incurre, esconsiderar que el fin del opones es llevar al respondens a la con-¿radicción, cuando no es ése el fin del oponena, que de<strong>be</strong> tan sólobuscar una respuesta por parte del respondens incongruente con lasreglas, sino el fin del teórico del Arte de las Obligaciones, quede<strong>be</strong> mostrar a su contrincante que su sistema de reglas no pone alrespondens a salvo de la contradicción.

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