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La bruja negra

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Halfix

—¡T

oma, maldito ícaro!

Agacho la cabeza para mirar a mis pequeños vecinos con una

sonrisa. Apoyada en la cadera llevo una cesta llena de verduras y

diferentes hierbas recién recogidas, y siento la caricia de una suave brisa que anuncia

la llegada del otoño y pelea por hacerse notar a través de la cálida luz del sol.

Emmet y Brennan Gaffney son unos gemelos de seis años con el pelo negro, los

ojos verde bosque y esa piel ligeramente brillante tan apreciada por mi pueblo, los

magos gardnerianos.

Dejan de jugar un momento y levantan la cabeza para mirarme con ilusión. Están

sentados en la hierba fría bañada por el sol y tienen juguetes esparcidos por todas

partes.

Entre las figurillas de madera de colores vivos están representados todos los

personajes tradicionales. Los soldados gardnerianos son todos morenos, visten

túnicas negras salpicadas de brillantes esferas plateadas y aguardan muy valientes

empuñando sus varitas y espadas. Los chicos han alineado a los soldados sobre una

piedra plana en formación militar.

También están los archivillanos habituales. Los malvados demonios ícaros tienen

los ojos brillantes y sonríen con malicia, extienden las alas negras con intención de

intimidar y llevan bolas de fuego en las manos. Los chicos los han alineado encima

de un tronco y están intentando lanzarles rocas desde donde han apostado a los

soldados con una catapulta que se han construido con palos y un cordel.

También hay algunos personajes secundarios variados: las preciosas doncellas

gardnerianas con las melenas negras; malvados cambiaformas lupinos, mitad

humanos, mitad lobos; elfos serpiente de escamas verdes y las misteriosas hechiceras

vu trin. Son los personajes que poblaban los cuentos y canciones de mi infancia, y me

resultan tan familiares como la vieja colcha de patchwork que tengo sobre la cama.

—¿Qué hacéis aquí? —les pregunto a los niños mirando hacia la propiedad y la

extensa plantación de Gaffney. Elissa Gaffney no suele dejar que sus hijos se alejen

de casa.

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