23.12.2020 Views

La bruja negra

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

con un lupino? ¡Me repudiarían! ¡No volvería a ver a mi madre! ¡Ni a mis hermanas!

¡Ni a mis sobrinas y sobrinos! ¡Voy a ir al infierno, Elloren! ¡Soy una abominación!

—No vas a ir al infierno. No creerás que Jarod es malo de verdad, ¿no?

—¡No! —aúlla—. Es que… todo mi mundo está patas arriba. Jamás debería

haber asistido a esa clase con él. Oh, Elloren, ¿y ahora qué voy a hacer?

—¿Qué ha pasado después de que te besara? —pregunto.

«Oh, Gran Ancestro, qué complicado».

—Me he puesto a llorar —solloza—. Y me he marchado.

Suspiro abatida.

—Oh. Pobre Jarod.

Eso solo hace que Aislinn llore con más fuerza.

—¿Y si tus padres llegaran a conocerle? —me aventuro a preguntar buscando

algún ápice de esperanza—. ¿Te acuerdas de que nosotras teníamos miedo de Jarod y

Diana? Quizá si se dieran cuenta de lo simpático que es…

—¡No lo entiendes! ¡Ni te imaginas lo estrictos que son! Mi padre es el

embajador de Gardneria ante los lupinos. Los odia. ¡Piensa muchas cosas sobre ellos!

—Niega con la cabeza con mucha energía—. No puedo volver a ver a Jarod. Me

alejaré tanto como pueda.

Entierra la cabeza en las manos, se echa a llorar y le tiembla todo el cuerpo.

Alguien llama a la puerta y me sobresalto. Me levanto y cuando abro la puerta me

encuentro a Jarod en el pasillo; no está llorando pero parece afligido.

—Necesito hablar con Aislinn —dice.

Salgo al pasillo y cierro la puerta.

—No creo que quiera hablar contigo ahora.

—Entonces, ¿puedo hablar contigo? —pregunta con el ceño fruncido—. Supongo

que te habrá explicado lo que ha pasado.

—Sí. Jarod, Aislinn no puede estar con un lupino. La desterrarían.

—Estoy enamorado de ella, Elloren.

Me quedo sin aire en los pulmones. Oh, Gran Ancestro. Sus ojos ambarinos

rebosan sinceridad, y se le ve muy angustiado.

Se me escapa un suspiro.

—Y lo respeto. Ya sé que los lupinos no decís esas cosas por decir.

—Pues no —confiesa—. Quiero que sea mi pareja, Elloren. Para toda la vida.

Oh, santísimo Gran Ancestro.

—Pero eres lupino, Jarod, y ella es gardneriana. Su familia es muy conservadora.

—Me da igual —anuncia—. No me importa lo que sea. Me da igual cómo sea su

familia. La amo. No puedo evitarlo. Es lo que siento.

Se pasa una mano por la coronilla y la otra aprieta la sien, como si tratara de

aliviar una jaqueca. Mira a su alrededor, se sienta en el banco del pasillo y entierra la

cabeza entre los brazos.

Página 330

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!