23.12.2020 Views

La bruja negra

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La chica se detiene y cuando me reconoce se le iluminan un segundo los ojos.

Intenta esbozar una sonrisa vacilante, después se vuelve hacia Aislinn.

—El chico lupino —dice gesticulando con nerviosismo hacia la entrada del

laboratorio—. Está ahí.

Aislinn palidece.

—No puede ser.

—Ya lo creo que está ahí —insiste la chica con voz ronca—. Y yo me marcho. Tú

también deberías irte, Aislinn. —Me mira—. Las dos.

La chica se marcha, y no va sola. Varios grupos de gardnerianos y algunos celtas,

la mayoría chicas, empiezan a alejarse y se alejan del ala de ciencias.

Yo echo un vistazo por la puerta del laboratorio.

Están los dos allí. Los gemelos lupinos rubios. Están hablando con la profesora

Astrid Volya, la altísima y tatuada profesora amaz de orejas puntiagudas. En realidad

es la chica lupina la que está hablando, y tiene una mano en la cadera. El chico

lupino, más joven, está a su lado, y los observa con sus ojos salvajes.

Me vuelvo hacia Aislinn. Está todavía más pálida y parece que esté a punto de

ponerse a llorar.

—¿Aislinn?

—Esto no puede estar pasando. —Mira a los lupinos con los ojos vidriosos—. No

puede ser. Tengo que asistir a esta clase. No puedo terminar los estudios de

bibliotecaria si no la apruebo. —Se vuelve hacia mí con un hilo de voz y muy

aturdida—. No puedo asistir a una clase con un chico lupino, Elloren. Mi padre no lo

permitirá. Me obligará a dejar la universidad. —Empieza a mirar a su alrededor como

si estuviera buscando una salida—. No puedo marcharme antes de que termine el año.

Me obligarán a comprometerme con Randall. Tengo que terminar los estudios antes

del compromiso. Si no termino… no me dejará volver.

Intenta reprimir las lágrimas y le tiemblan los labios.

Le pongo una mano en el brazo preocupada por ella.

—Oh, Aislinn…

Se saca un pañuelo del bolsillo con la mano temblorosa y se limpia los ojos.

—Soy la única mujer de mi familia que ha ido a la universidad, Elloren.

—No entiendo por qué tienes que cursar química para ser bibliotecaria —

comento en su defensa. La carrera de Biblioteconomía está relacionada con la

literatura. Libros y más libros.

Aislinn sorbe las lágrimas.

—Para la conservación de libros. Tenemos que saber química. Nos viene bien…

—Se le apagan las palabras y se queda mirando el aula con tristeza—. Bueno, me

habría sido útil. —Se vuelve hacia mí con una expresión esperanzada—. Adoro los

libros, Elloren. Me encantan. A veces desearía… —Guarda silencio y se le oscurece

el rostro como si estuviera admitiendo algo escandaloso—. Desearía no tener que

comprometerme.

Página 193

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!