23.12.2020 Views

La bruja negra

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Las amaz no quieren ofrecer amnistía a los hombres —susurra con la voz

constreñida y casi inaudible.

«El padre de Tierney. Y su hermano. ¿También son fae?».

—Al menos estamos en Verpacia —le digo tranquilizadora—. ¿Crees que tu

familia podría trasladarse aquí?

Tierney me mira con incredulidad.

—No estás al tanto de la política, ¿no?

—No… antes no la seguía —tartamudeo cada vez más preocupada.

Ella suelta un jadeo entrecortado.

—El mes pasado se celebraron las elecciones para el consejo de Verpacia. Ahora

hay mayoría gardneriana. Por primera vez en la historia.

—Pero sigue siendo Verpacia —contesto—. Aquí hay mezcla de culturas. Hay

demasiadas razas viviendo aquí como para que alguna pueda tener excesiva

influencia…

—No has estado al tanto de la política porque no has tenido necesidad —dice con

resentimiento—. Y se nota. Eres muy ingenua. —Se inclina hacia mí con actitud

retadora—. Tu pueblo tiene familias enormes. Porque se supone que vais a conquistar

el mundo entero.

—Nuestro pueblo —le advierto con aspereza mirando a mi alrededor con cautela

y aliviada de no ver a nadie lo bastante cerca como para escucharnos o que nos esté

prestando atención.

Tierney se encorva y baja la voz.

—El número de gardnerianos que viven y llegan a Verpacia aumenta cada año.

Por eso han conseguido la mayoría en el consejo de Verpacia. Si Vogel gana en

primavera… —Guarda silencio, traga saliva y palidece. Ha desaparecido el fuego de

su mirada, y ya solo queda miedo—. Si gana, el consejo de Verpacia se pondrá de su

parte. Los miembros gardnerianos lo harán por auténtica lealtad. El resto lo harán por

miedo.

—Entonces si Vogel gana, su victoria no afectará solo a Gardneria —me aventuro

a pronosticar preocupada.

Repaso las mociones de Vogel. Todas son muy duras. Me viene a la cabeza la

sensación de oscuro vacío que tuve el día que le conocí y cómo me miraba tan

fijamente. Y la inquietante imagen de ese árbol muerto.

Es como si su vacío negro se hubiera extendido por la sala y más allá. Como si se

estuviera agarrando con paciencia a los confines de todo.

Me quedo helada y me froto los brazos para entrar en calor.

Veo mucho miedo en los ojos de Tierney.

—Elloren, si Vogel gana el mundo cambiará.

Todo el Reino de Occidente se convertirá en una trampa gigante para todo aquel

que no sea gardneriano.

Página 300

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!