23.12.2020 Views

La bruja negra

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Cuando aparece Yvan, la chica suelta un grito aterrorizado y se cae de espaldas,

resbala en el suelo del bosque cuando levanta los brazos para hacerlo retroceder.

—¡Atrás, Yvan!

Le detengo alargando la mano.

Yvan retrocede y se pone en cuclillas levantando las palmas hacia arriba.

Agarro a la selkie de los hombros, está temblando. Se sobresalta cuando la toco.

Alargo la mano y le acaricio el pelo con delicadeza.

—Shhh —la tranquilizo—. No vamos a hacerte daño.

Su pelo tiene una consistencia extraña y maravillosa, y es cálido como el agua

caliente.

—Tenemos que sacarte de aquí —digo deseando poder hablar como una foca.

La chica abre un poco la boca, pero no sale ningún sonido, y las branquias que

tiene en el cuello no dejan de abrirse y cerrarse.

Consigo ponerla en cuclillas. Ella no deja de mirar hacia todos lados aterrorizada.

Nos alejamos de la casa muy despacio, tanto la selkie como yo vamos tropezando a

causa del miedo. Yvan mantiene la distancia pero no nos pierde de vista. Se le ve muy

tenso.

Enseguida recuperamos el valor y el equilibrio y empezamos a correr, saltamos

troncos, rodeamos árboles, el bosque pasa de largo a toda prisa mientras nos

concentramos tratando de percibir si nos sigue el sonido de algunos pasos. Llevo

cogida a la selkie de la muñeca mientras corremos durante lo que se me antoja una

eternidad. Corremos hasta que tengo la sensación de estar respirando cristales y

siento calambres en el costado.

Vemos un claro a lo lejos. Por fin hemos llegado a la universidad.

Nunca pensé que me alegraría tanto de ver la Torre Norte.

Aminoramos el paso, la selkie y yo no paramos de jadear, ella tiene las branquias

completamente abiertas y yo sigo teniendo su débil y frágil muñeca en la mano. Se

tambalea y la rodeo con el brazo antes de que se caiga. Estamos al lado de la

universidad, los árboles ya apenas nos ocultan.

—Elloren —me llama Yvan a algunos metros de distancia. La selkie se estremece

al oírle—. ¿Has pensado dónde vas a esconderla?

Yvan está apoyado en el tronco de un árbol muy relajado, como si no hubiera

hecho nada.

—No —contesto a la defensiva alargando la mano para acariciar el extraño pelo

tembloroso de la selkie.

—Esto es un poco temerario, lo sabes, ¿no?

Esto no es lo que necesito escuchar en este momento.

Le fulmino con la mirada mientras trato de recuperar el aliento.

—Claro, no tiene nada que ver con rescatar dragones de una base militar

gardneriana, ¿no?

Yvan esboza una sonrisa astuta.

Página 345

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!