23.12.2020 Views

La bruja negra

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—¿Y qué te ha dicho? —pregunta con la voz apagada.

—Bueno, ya sabes. Lo típico de Rafe. Me ha dicho que no me preocupara tanto,

que tendría cuidado. Pero después se ha reído y me ha dicho que si iba a hacer algo

peligroso no se le ocurría un motivo mejor para hacerlo.

—Eso no es muy alentador, ¿no? —opina Aislinn apartando la mirada incómoda.

Sigo la dirección de la mirada de Aislinn hacia el campo en declive que tenemos

delante, hacia el bosque.

Veo una figura solitaria a lo lejos que me llama la atención. Tardo un momento en

reconocerlo.

Es Yvan, que se dirige hacia el bosque a paso rápido.

No es la primera vez que le veo ir hacia el bosque. Ya le he visto algunas veces

desde la ventana de la Torre Norte, caminando decidido hacia la arboleda, y siempre

curiosamente solo.

Observo las largas y poderosas zancadas de Yvan y pienso en cómo han cambiado

las cosas entre nosotros. Su evidente hostilidad ha desaparecido. Le sorprendo

mirándome en la cocina y también en clase de matemáticas. Siempre me cuesta

mucho interpretar su expresión y siempre aparta la vista en cuanto le miro. Yo

también lo observo con discreción. Me parece muy emocionante contemplarlo, es

muy guapo.

Y no puedo evitar pensar en su misterio: en lo rápido y fuerte que se mostró

cuando atacó a Damion Bane. Fue sobrenatural. Y ya me he dado cuenta de que

cuando está en la cocina coge cosas muy pesadas como si no pesaran absolutamente

nada. Igual que Jarod.

Y pienso también en otras cosas.

En que siempre se deja desabrochado el último botón de la camisa, las sombras de

la cocina se pasean por su elegante cuello. La sinuosa gracia de sus movimientos,

jamás da un paso en falso ni se muestra torpe, y tiene rápidos reflejos. Pienso en las

líneas afiladas de su mentón. En el arco perfecto de su labio superior, en lo mucho

que me distrae esa boca tan sensual que tiene. Se me acaloran las mejillas solo de

pensarlo.

—¿Adónde va? —me pregunto mirándole y pensando en voz alta.

Aislinn se vuelve hacia mí.

—¿Quién?

—Yvan Guriel. Siempre va al bosque, igual que Rafe. Pero él no caza. Nunca se

lleva nada. Solo va. Parece que sea lupino o algo así.

—Pues síguele —propone Aislinn abatida.

—Ese es un consejo muy atrevido —contesto riendo.

Aislinn se encoge de hombros con desgana.

Me levanto y me sacudo algunas hojas secas de la túnica.

—¿Adónde vas? —pregunta Aislinn.

—Voy a seguir tu consejo —le digo—. Voy a seguirle.

Página 335

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!