23.12.2020 Views

La bruja negra

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Nadie —contesta con irritación sin mirarme.

Aguardo sin moverme hasta que cede.

—Trabaja para mi padre. —Se encoge de hombros con los labios temblorosos—.

No es… nada para mí. —Se pone triste y empieza a llorar, después sigue sollozando

con la cabeza gacha—. No es nada. No me importa… no me importa lo que le pase…

—Se lleva una mano a la cara para taparse los ojos y por un momento no puede

hablar con coherencia debido a las lágrimas—. ¿Por qué lo han hecho? —gimotea—.

¿Por qué han tenido que hacerme tan fea?

De pronto el agua de los recipientes abiertos que hay en el laboratorio escapa y

empieza a girar a su alrededor.

Yo levanto las manos para protegerme del líquido. Las ráfagas de agua se

convierten en una gran nube que me oscurece la vista.

Apenas consigo ver el rostro fantasmal de Tierney entre la bruma blanca. Me está

mirando con los ojos abiertos como platos y parece aterrorizada.

Fae. Es una fae de agua pura. Es la única explicación.

Y alguien «la hizo» fea. Cosa que significa que alguien la ha hechizado.

Probablemente su pelo real sea azul. Y la piel también.

Y según las leyes gardnerianas y las de Verpacia yo estoy obligada a delatarla.

Ocultar a un fae es un delito que se castiga con la cárcel.

Me olvido de ello mientras contemplo cómo la nube cae al suelo y se convierte en

un charco.

Quizá no sea fae. Puede que sea como yo. Como Gareth. Todos somos

gardnerianos, pero es posible que tengamos la sangre contaminada. Eso es todo.

Aunque la suya está muy contaminada.

No, al final admito la verdad. Es fae. Si la descubren la enviarán a las islas

Pyrran.

Y no ha hecho nada para merecerlo.

—Elloren… —empieza a decir Tierney con la garganta ronca. No hay ni rastro de

su habitual cinismo. Parece pequeña, perdida y asustada.

—No —la interrumpo levantando la mano para evitar que siga hablando—. No

tienes por qué darme explicaciones. Dejemos el tema. Se trate de lo que se trate.

La miro a los ojos y su rostro es como un libro abierto repleto de una sorprendida

y abrumadora gratitud.

Algo cambia entre nosotras en ese momento y noto cómo empieza a forjarse una

verdadera amistad.

—Espera —le digo cogiendo un trapo—. Deja que te ayude a limpiar todo esto.

Tierney asiente con rigidez y me doy cuenta de que está reprimiendo más

lágrimas. Coge otro trapo sin decir palabra, se agacha y limpiamos el suelo juntas.

ϒ

Página 248

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!